El concepto de evasión se entiende como una síntesis de diversos mecanismos psicológicos que buscan liberar al individuo de situaciones desagradables. Este fenómeno puede manifestarse en dos niveles subjetivos:
Es predominante la búsqueda de motivos justificativos del propio proceder evasivo. Alcanza de los casos más toscos y primarios a los más depurados, siempre que falte la aceptación de las debidas exigencias de la realidad. Se le llama en psicología profunda (v.) racionalización; por la sujeción de lo intelectual lógico a lo afectivo, «lógica de los sentimientos»
El resultado es el autoengaño. Es evidente, y lo subrayan todos, que en el empleo de estos procedimientos no ha de confundirse lo recto con lo evasivo, sea éste patológico o egoísta. El debido esparcimiento, llamado a veces impropiamente e., la ficción en la inventiva estética, son de plena normalidad y rectitud.
Por la desmedida apreciación de lo preferido, «ideas sobrevaloradas» (K. Schneider); por la apelación, aun en la entrevista psicoterápica, a teorías de la personalidad.
Características
La indispensable relación entre e. y lo «debido» que se rehúye, implica responsabilidad (v.): se falta a lo que de algún modo se debe y, desde luego, se puede. La conciencia moral (v.) ahí latente es insoslayable y así es reconocida aún en pugna con presupuestos básicos. Ya Freud la señala: «Gewissen; pertenece a las grandes instituciones del yo» (Obras completas, I, Madrid 1948, 1090).
Además de la esencial relación a lo afectivo para proteger lo grato y evitar lo penoso, y de la importancia que en su origen tiene la intercomunicación personal, su profunda raíz está, de ordinario al menos, en el propio sujeto que, o no acepta ser ni aparecer como es ni ser así apreciado por otros, o no empeña valerosamente sus potencialidades para debidamente superarse.
Subtema
Evasión
La analogía indicada e. se considera ya como síntesis de varios mecanismos (negación-represión) o aun virtualidad que los emplea en su empeño liberador.
Es más propiamente subjetivo el otro nivel, ocasionado por la e. indicada, así sucede que si afrontar lo arduo es costoso, la rehuida egoísta de lo debido crea también una situación afectiva insatisfactoria, con posible gama de lo desagradable a lo torturador, que solicitará una nueva e., la subjetiva
Puede darse a dos niveles, ambos subjetivos por su intimidad afectiva; uno es más objetivo por consistir, en todo o en parte, el estímulo provocador del desagrado que evitar en realidades exteriores, como pueden ser el ambiente social, la condición familiar, los deberes profesionales, las privaciones por salud y economía, etc.
Es una liberación a ocultas e injustificada. En sentido psicológico expresa el eximirse de sentimientos molestos no afrontando las debidas exigencias de la realidad a que aquéllos son anejos
En Psicología el concepto, por analogías con los mecanismos de defensa de Freud, es deudor a éste aunque ni él ni sus más adictos lo nombren entre los muy numerosos que mencionan
Interpreta la reacción de infusorios esquivando estímulos perturbadores.