En la primera infancia, que abarca desde el nacimiento hasta los seis años, se presentan diversos procesos críticos que determinan el desarrollo integral del ser humano. Uno de los más esenciales es la maduración, un conjunto de cambios evolutivos basados en la estructura y función de las células.
Aprendizaje: conjunto de procesos psicológicos mediante los cuales las personas incorporan nuevos conocimientos valores y habilidades propios de la cultura y la sociedad en que viven.
Crecimiento físico: conjunto de cambios cuantitativos de las diferentes partes del cuerpo. Incluye alargamiento de los huesos y aumento del peso corporal. Condiciona el proceso de maduración de las personas.
Factores posnatales: los que tienen lugar después del nacimiento. Influyen en crecimiento y desarrollo. Son consecuencia de la relación e interacción constante con el medio por lo que están directamente relacionados con nivel económico, social, cultural y medioambiental de la familia. Entre ellos: alimentación, educación, ciclos de actividad y descanso,...
Factores perinatales: los que se producen en el momento del parto.
Parto inmaduro: entre las 20 y las 28 semanas de gestación.
Parto prematuro: entre las 28 y las 37 semanas de gestación.
Parto a término: en su justo momento, a las 40 semanas de gestación.
Factores prenatales: los que se producen antes del nacimiento.
Factores circunstanciales: hábitos de vida y salud de la familia, principalmente la madre, durante la etapa prenatal.
Factores hormonales: la insulina y el lactógeno placentario.
Factores genéticos: se transmiten de generación en generación. Aspectos como talla, peso,... y aspectos del desarrollo y de la capacidad de aprendizaje.
Desarrollo: formación progresiva de las funciones humanas, activándose las potencialidades de las personas: lenguaje, razonamiento, memoria, afecto...
Maduración: conjunto de cambios a lo largo de la evolución de los individuos, que se fundamentan en la variación de la estructura y la función de las células.