av Edoour Edoour 2 måneder siden
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ANTICUERPOS MONOCLONALES CONJUGADOS: se combinan con un medicamento de quimioterapia o una partícula radiactiva. Estos anticuerpos monoclonales se utilizan como un dispositivo de búsqueda para llevar a una de estas sustancias directamente a las células cancerosas. El anticuerpo monoclonal circula por todo el cuerpo hasta que puede encontrar y engancharse al antígeno dirigido. Luego suministra la sustancia tóxica donde más se necesita. Los anticuerpos monoclonales conjugados también se conocen a veces como anticuerpos marcados, etiquetados o cargados. EJEMPLOS: - Brentuximab vedotina (Adcetris), un anticuerpo que tiene como blanco al antígeno CD30 (encontrado en linfocitos), adherido a un medicamento de quimio llamado MMAE. - Ado-trastuzumab emtansina (Kadcyla, también llamado TDM-1), un conjugado de anticuerpo y medicamento se conforma por un anticuerpo que tiene como blanco a la proteína HER2, adherido a un medicamento de quimio llamado DM1.
ANTICUERPOS MONOCLONALES BIESPECÍFICOS: Estos medicamentos están compuestos por partes de dos anticuerpos monoclonales diferentes, lo que significa que pueden adherirse a dos proteínas diferentes al mismo tiempo. - Involucradores biespecíficos de células T (BiTEs): Estos medicamentos se desempeñan con una parte que se adhiere a una proteína de las células cancerosas y la otra se adhiere a una proteína de las células inmunitarias llamadas células T . Esto pone las células inmunitarias en contacto con las células cancerosas, lo que ayuda al sistema inmunológico a generar una respuesta más eficaz contra ellas. Los BiTEs conforman una parte importante del tratamiento contra muchos tipos de cáncer.
TRATAMIENTO: El uso terapéutico de los anticuerpos monoclonales es uno de los campos más destacados, ya que tienen la capacidad de eliminar células, incluidas las cancerosas, a través de diferentes mecanismos. Estos anticuerpos se emplean en el tratamiento de una amplia variedad de enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, así como en oncología y para prevenir el rechazo en pacientes que han recibido un trasplante. Actualmente, hay varios anticuerpos monoclonales aprobados para tratar enfermedades específicas.
INVESTIGACIÓN: La investigación biomédica abarca áreas como la clonación e identificación de genes, el aislamiento y análisis de proteínas, la activación de enzimas, así como el estudio de la estructura molecular y los procesos de morfogénesis.
En función de su actuación o mecanismo de acción, pueden clasificarse como sigue: Inmunomoduladores: la célula diana está inhibida de forma natural. Inmunodepresores: como el Rituximab, que produce la eliminación de los linfocitos B. Bloqueantes: actúan sobre linfocitos Treg.
Todos estos además pueden realizar numerosas acciones. Por ejemplo: - Bloqueo de la interacción entre el receptor y el ligando. - Activación del complemento por lisis celular. - Lisis celular mediada por anticuerpos. - Activación de células T y de mecanismos efectores. - Inducción de apoptosis. - Inhibición de traducción de señal o de la activación de los receptores.
La producción de anticuerpos monoclonales es un proceso complejo que inicia con la disgregación del bazo de un ratón previamente inmunizado, donde se encuentran los linfocitos B, que tienen baja viabilidad en cultivo. Estos linfocitos se fusionan con células de mieloma deficientes en enzimas necesarias para la síntesis de ADN, como la timidina quinasa (TK) o la hipoxantina guanina fosforibosil transferasa (HGPRT). Los hibridomas resultantes se cultivan en medio HAT (hipoxantina, aminopterina y timidina), un entorno donde solo las células fusionadas pueden sobrevivir, ya que las células mielómicas son eliminadas. Las células híbridas generadas contienen un número elevado de cromosomas que, tras varias divisiones, se reduce a entre 70 y 80.
Niels K. Jerne, Georges Köhler y César Milstein Desarrollaron la técnica para crear hibridomas, mediante la fusión de linfocitos B y células de mieloma. Esta combinación permite que las células resultantes produzcan anticuerpos específicos y se multipliquen indefinidamente, lo que revolucionó la producción de anticuerpos monoclonales. Por este avance, los científicos recibieron el Premio Nobel de Medicina en 1984.
- Para 2010, los anticuerpos monoclonales habían dejado de ser una curiosidad científica para convertirse en un pilar en el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades. - En 2019, se habían aprobado unos 80 anticuerpos monoclonales para su comercialización. - En 2018, la FDA aprobó 12 nuevos, representando un 20% de los fármacos aprobados ese año.