Los residuos electrónicos contienen varios metales pesados que representan serios riesgos tanto para la salud humana como para el medio ambiente. Componentes comunes como tableros de circuitos y baterías recargables suelen contener cadmio, el cual puede causar cáncer, debilidad ósea y daño a órganos vitales.
Los tableros de circuitos y ciertas baterías recargables son de cadmio, un metal pesado que puede provocar cáncer, debilidad en los huesos, daño a hígado y riñones, daño al sistema inmunitario, diarrea y hasta desórdenes psicológicos.
El mercurio está presente en interruptores, cubiertas, monitores y tubos fluorescentes. Afecta el sistema nervioso, irrita los ojos y provoca erupciones en la piel.
El selenio se utiliza en varias aplicaciones eléctricas y electrónicas, como en las celdas solares. La exposición al selenio puede ocasionar pelo quebradizo, hinchazón de la piel, dolores agudos y uñas deformadas.
Los monitores, los acumuladores y los baterías contienen plomo. Cuando este elemento químico se libera en el medio ambiente y es absorbido por los seres vivos, daña los riñones, el cerebro y todo el sistema nervioso. También hace que disminuyan las habilidades de aprendizaje.
Algunos conductores y semiconductores se fabrican usando arsénico, una sustancia cancerígena.
El litio que contienen algunas baterías es tóxico para el riñón, daña el sistema nervioso y genera problemas respiratorias
componentes toxicos
Los residuos electrónicos de los equipos informáticos generan una serie de problemas específicos. Por ejemplo, son tóxicos, debido a que incluyen componentes tóxicos como: