av Carlota Prado Vazquez 2 år siden
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Los sistemas de notación musical desarrollados por los carolingios fueron de tipo neumático: un conjunto de signos escritos sobre cada sílaba de un texto que ayudaban a recordar cómo debía ser interpretada la melodía. Nada que se asemeje a una partitura tal como la entendemos hoy en día. De hecho, era (y es) imposible interpretar dichas partituras si no se tenía una idea previa de la melodía que se pretendía entonar, pues la cultura musical de la época seguía basándose en la tradición oral.
Con el tiempo, el dibujo de la melodía se hizo más preciso y se apoyó en una o dos líneas horizontales que representaban alturas fijas de la escala, y que desembocaron en el
tetragrama (s.XI) y el pentagrama (s.XIII), sistemas que coexistieron durante siglos. Por fin fue posible representar con exactitud el movimiento melódico y las alturas (aunque no el ritmo), lo cual permitirá preservar para los siglos venideros repertorios musicales que, en ausencia de la notación, habrían perecido para siempre.
La iniciativa carolingia no fue la primera en intentar registrar los sonidos con signos gráficos -los antiguos griegos habían desarrollado sistemas alfabéticos para explicar los intervalos o transcribir eventualmente alguna melodía-, pero sí fue la primera vez en la que la notación se empleará de forma masiva para transmitir un inmenso legado musical: el canto llano -popularmente conocido como canto gregoriano-, marcando así el inicio de la historia de la música occidental.
Las liturgias de las grandes religiones monoteístas originadas en el Oriente Próximo están emparentadas en una extensa y tupida red de herencias, préstamos e intercambios que afectarán de lleno a su componente musical. Ilustraremos algunas de ellas mediante una breve serie de audiciones.
La liturgia sinagogal judía -consistente en esencia en la recitación de textos sagrados y el canto de los salmos, constituye la fuente de todas las liturgias cristianas, orientales y occidentales. La diáspora, la
aculturación de las comunidades judías y, finalmente, el paso del tiempo y la dependencia de la tradición oral, hacen imposible una reconstrucción exacta de la liturgia judía de estos primeros tiempos.
El más importante de los ritos cristianos orientales es el bizantino, vigente en el Imperio bizantino
con sede en Constantinopla y que utilizó el griego como lengua vehicular. Se distingue por el empleo del ison, o sonido grave fundamental entonado por el paraphonista y que sustenta el canto del solista y del coro.
Por canto romano antiguo se entiende el canto litúrgico desarrollado en Roma, atribuido por la leyenda al papa
Gregorio Magno (ca.600) y anterior a la reforma carolingia (ca.800). Este repertorio apenas se ha conservado a través de unos pocos manuscritos. El canto romano antiguo utilizó el latín como lengua vehicular y se cree muy influido por las liturgias orientales y mediterráneas.
Por canto gregoriano entendemos el canto romano que ha llegado a nuestros días a través de los
carolingios. Se cree que el canto romano preservado por los carolingios heredó características del canto galicano, el canto litúrgico autóctono de los francos del que no se conoce fuentes directas. El canto gregoriano es más diatónico y simple (menos ornamentado) que el romano, y tiene un ritmo más plano y homogéneo.
No hay compases ni líneas divisorias
solista declama el versículo del salmo sin alternar con el coro
responso-versículo-responso
antífona-versículo-antífona
Menores
Nona
Sexta
Tercia
Prima
Mayores
Vísperas
Laudes
Maitines
Cantos del ordinario (partes invariables de la Misa)
Agneus Dei
Sanctus
Credo
Gloria
Kyrie
Propio de la misa (época variable del año litúrgico)
Comunión
Ofertorio
Tracto
Alleluia
Gradual
Introito
El Canto Gregoriano presenta una función litúrgica, cuya principal finalidad es la de alabar a Dios.
La notación musical occidental nació en torno al año 800 d. C en el
Imperio carolingio. Con este hito se inicia una larga cadena de perfeccionamientos técnicos que conducirán poco a poco al sistema de notación musical que conocemos y utilizamos hoy en día, y que estaría prácticamente completado hacia el siglo XVII.
La notación musical -originada en el ámbito eclesiástico- se utilizará en primer lugar para preservar el canto litúrgico de la Iglesia de Roma, un vasto repertorio musical formado a lo largo de varios siglos: El
canto gregoriano.
Este período definitivamente fue muy importante en el ámbito musical, especialmente por el hecho de que fue allí donde surgió el canto Gregoriano, que ha significado mucho para la iglesia católica. Este canto fue fundado por San Gregorio Magno en el período románico y surgió a raíz de la necesidad de la unificación de los cantos y liturgias de las ceremonias católicas. Adicionalmente, este oficio fue apoyado por teorías de personas muy importantes en la historia de la religión católica como lo fue San Agustín que decía “El que canta ora dos veces” y por La Biblia que en numerosas ocasiones exhorta al canto a Dios. Un ejemplo de esto es cuando Pablo dice “cantando a Dios con vuestro corazón”.