av Karo Her 4 år siden
163
Mer som dette
La causa es entrar en contacto con algo frío, ya sea inhalado, ingerido o colocado en la parte externa de la cabeza. Por tanto, puede aparecer, por ejemplo, tras exponerse a un ambiente gélido o al meterse en agua con una temperatura muy baja. El dolor se localiza en la frente, concretamente en la zona media, es de tipo punzante y de corta duración
Aparece durante el sueño (nocturno y las siestas) e interrumpe el mismo. Generalmente aparece en mayores de 50 años, aunque ocasionalmente pueden padecerlo personas más jóvenes. Dura aproximadamente entre media hora y 3 horas y el dolor puede ser de muchos tipos.
Ataques recurrentes de dolor de cabeza en un lado de la cabeza, puede variar en su frecuencia, intensidad y duración. Suelen presentarse junto a náuseas, vómitos y molestias hacia la luz y el ruido. La migraña es de origen genético y es una afección tanto crónica como episódica.
Se localiza solamente en el cuero cabelludo y es de carácter crónico. Su duración puede ser variable, y el dolor aparece con una serie de características: en forma de moneda, con un contorno perfecto, un tamaño redondo, fijo y de 1-6 cm de diámetro.
Presenta un dolor de tipo punzante, generalmente intenso y de localización concreta (frontal o temporal), aunque también pueden cambiar de localización. Aparece de manera espontánea por hacer algunas maniobras, por ejemplo, movimientos de la cabeza, cambios de postura, etc.
Aparece debido a la comprensión de la cabeza de forma ininterrumpida, concretamente en las partes blandas pericraneales. El dolor aparece en el punto donde se produce la compresión externa. Suele remitir antes de los 60 minutos siguientes a la liberación de de la compresión que lo ha provocado.
Es el que persona presenta un dolor opresivo, es decir, presión en la cabeza. A diferencia de lo que ocurre en otros tipos de cefalea el dolor suele afectar las dos mitades de la cabeza.
Aparece de forma bilateral y el dolor puede variar en su forma: opresivo, punzante, pulsátil. Puede ir acompañado de taquicardia, acaloramiento, náuseas, rubor facial e incluso mareos. Suele durar de 30 a 60 minutos y puede presentarse antes del orgasmo, durante el orgasmo o después de éste.
Suele iniciarse en el momento de máximo esfuerzo físico y mejora parcialmente en el mismo momento en que la actividad física cesa.
Puede iniciarse tras realizar un esfuerzo físico de intensidad elevada o por tener relaciones íntimas. Ahora bien, es un tipo de cefalea explosiva, que tiene un inicio brusco y que alcanza su máxima intensidad en los primeros minutos. Su intensidad es moderada-grave y aunque puede presentarse en cualquier lugar de la cabeza, suele tener una localización occipital. En ocasiones, se presenta junto a sensibilidad a la luz y el sonido y junto a náuseas y vómitos.
Aparece como consecuencia de la tos, aunque también puede ocurrir por otras maniobras de valsalva, es decir, por exhalar aire con la glotis cerrada o con la boca y la nariz cerradas. Así pues, es producto de una acción que se va repitiendo una y otra vez, sin que nos demos cuenta, en el caso de un mal hábito, o de forma puntual a causa de una alteración súbita
Es conocida como cefalea crónica diaria de inicio reciente y es bastante inusual. Los síntomas pueden ser parecidos a los de la migraña o la cefalea tensional, aunque, a menudo, los síntomas suelen parecerse a esta última. Aparece de forma repentina, y los síntomas se manifiestan diariamente y de forma ininterrumpida.
Los trastornos psiquiátricos pueden ser, por ejemplo, depresión o ansiedad.
cuello, ojos, oídos, nariz, senos paranasales, dientes, boca o de otras estructuras faciales o craneales.
Este tipo de cefaleas se presentan junto a un trastorno de homeostasis, por ejemplo: cefalea de las grandes alturas. cefalea por inmersión o cefalea por apnea del sueño
La causa es una infección, por ejemplo, la gripe.
Debido al uso de medicamentos o la retirada de éstos
La causa son otros trastornos intracraneales que no pertenecen al grupo anterior
Suele aparecer junto a trastornos vasculares o cervicales, por ejemplo, un ictus.
Son las más habituales, y pueden aparecer tras un traumatismo o un latigazo del cuello. Se presenta solo con el dolor de cabeza o junto a otros síntomas: mareos, falta de concentración o enlentecimiento motor.