En la mitología griega, el cambio de estaciones se explica mediante la historia de Perséfone, hija de Deméter, y su secuestro por parte de Hades. Perséfone pasa seis meses al año con su madre, lo que resulta en primavera y verano, épocas de clima cálido y abundancia, ya que Deméter, diosa de la agricultura, cuida las plantas.