Desde el IV milenio, la invención de la escritura marcó el inicio de un proceso evolutivo en la población y el desarrollo de diversas civilizaciones. La Edad Media, que se extiende desde la caída del Imperio Romano de Occidente hasta la toma de Constantinopla por los turcos, presenció el auge de las sociedades feudales y el establecimiento del Estado Moderno con ejemplos como los Reyes Católicos en la Península Ibérica.
Una de las épocas más convulsas y que supone una gran transformación política y territorial en todo el mundo, tiene su inicio en la segunda mitad del siglo XVIII y abarca hasta el siglo XX. En el siglo XIX cuando se produzca la revolución industrial que suponga un crecimiento económico y social en numerosos países, la introducción del ferrocarril y las transformaciones económicas. Sin embargo, muchos de los progresos alcanzados se verán deteriorados a causa de conflictos bélicos, como van a ser las dos guerras mundiales con guerras civiles como la española.
Se consolida el llamado Estado Moderno, un nuevo sistema político que se comprueba, por ejemplo, con los Reyes Católicos en la Península Ibérica. En el siglo XVI se consolidan las monarquías absolutas.
Una vez que llega el siglo XIII se produce el auge de las ciudades y el inicio de una nueva clase social vinculada al comercio: la burguesía. Del mismo modo, la sociedad feudal se encuentra en auge, consolidándose la pirámide que demuestra, claramente, la sociedad estamental
A partir del IV milenio, y con la invención de la escritura, se produce el proceso evolutivo de la población y el desarrollo de diferentes civilizaciones. Estas van a ser las que inicien procesos culturales más específicos que demuestren una mayor personalidad