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av Marco Antonio 2 år siden

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EL COLONIALISMO Y EL VIRREINATO DE LA NUEVA ESPAÑA

Durante la época colonial, la administración de las colonias españolas en América estuvo a cargo de dos importantes instituciones: la Casa de Contratación de Sevilla y el Consejo de Indias.

EL COLONIALISMO Y EL VIRREINATO DE LA NUEVA ESPAÑA

EL COLONIALISMO Y EL VIRREINATO DE LA NUEVA ESPAÑA

Durante el siglo XVI, la Corona controló América a través de adelantados y gobernadores, sujetos a fiscalización y disciplina, y a través de los visitadores del Consejo de Indias.

El adelantado era, por lo general, un capitán que mandaba por orden del rey aunque, dada la lejanía, poseía poderes discrecionales.

Pronto se ocuparon del gobierno de las colonias dos organismos hispanos: la Casa de Contratación de Sevilla y el Consejo de Indias. Desde la Península adoptaban disposiciones generales, pues las particulares recaían en los adelantados.

Capitanías Generales Las capitanías generales, territorios de menor importancia, las gobernaba un capitán general, cuya autoridad sólo la superaba el virrey. Existían cuatro capitanías generales: capitanía de Caracas (que en la práctica se independizó del virreinato de Nueva Granada), capitanía de Guatemala (situada al sur del virreinato de Nueva España), capitanía de Chile (muy alejada del virreinato de Perú) y la capitanía de Cuba que incluía a las islas del Caribe. En aquellos lugares donde por determinadas circunstancias la autoridad del virrey o del capitán general no llegaba, la ejercía el presidente de la Audiencia. Se crean entonces tres presidencias: la de Quito (entre los virreinatos de Perú y Nueva Granada), la de Cuzco (al sur de Lima) y la de Charcas (en Bolivia).

La Real Audiencia La Corona instaura la Real Audiencia para el desempeño de actividades judiciales, administrativas y gubernamentales. Organismo judicial del más alto nivel, su poder se situaba por encima del virreinal, hasta tanto el Consejo de Indias no se pronunciase sobre cuestiones de carácter importante, en las que su decisión era inapelable. La más antigua Audiencia se creó en Santo Domingo, a partir 1511, de la cual surgieron la de Panamá (1538), y las de Lima y Guatemala (1542). La última, la de Bogotá, se estableció a mediados del siglo XVI. Su importancia fue fundamental, pues en las presidencias, el cargo de gobernador estuvo ocupado por el presidente de la Audiencia. La jerarquía de estos organismos era acorde con la importancia del territorio en que se enclavaran. Así, destacaban las audiencias de los virreinatos, a las que seguían las presidenciales y después, las subordinadas y pretoriales. De todas ellas, disfrutó de mayor poder la de Santo Domingo, la cual en realidad, fungía como avanzada del Consejo de Indias en el continente. Su estructura radicaba en un presidente, varios oidores, un fiscal y un alguacil mayor. Por lo general, la máxima autoridad civil del territorio presidía la Audiencia de su región, aunque se tratase de un cargo meramente formal y representativo, ya que en el Consejo no contaba con voz ni con voto.

El Virrey

El cargo más relevante de la administración española lo ostentaba el virrey, que hacía las veces de rey. El primer virrey, Diego Colón, hijo del Almirante, dirigió desde Santo Domingo la colonización de 1509 a 1526, año en que desapareció este virreinato, dada la magnitud de México.
Virreinato de la Nueva España: El virreinato de la Nueva España (México) abarcaba desde el norte de Guatemala hasta el oeste y el medio oeste de los Estados Unidos actuales, enorme extensión de difícil control, subdividida en tres provincias y doce intendencias.

Virreinato de Nueva Granada El cuarto y último virreinato, el de Nueva Granada, comprendía los futuros países de Panamá, Colombia, Venezuela y Ecuador, y estaba dividido en ocho provincias.

Una vez conquistada toda América, los gobernadores sustituyeron a los adelantados y se responsabilizaron desde entonces de la organización legal, administrativa y política.

Virreinato del Perú El segundo en extensión e importancia, el virreinato de Perú, se extendía por parte de la costa americana del Pacífico, capital en la ciudad de Lima y con ocho intendencias.
Virreinato del Río de la Plata El tercero, el virreinato del Río de la Plata, con capital en Buenos Aires, ocupaba lo que es el actual Cono Sur (Argentina, Uruguay y Paraguay) y parte de Bolivia.