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av Julio Galeano 2 år siden

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Hábitos Atómicos

Para alcanzar niveles excepcionales en cualquier área, es crucial no solo formar buenos hábitos, sino también mantener una práctica deliberada y reflexionar continuamente sobre el desempeño.

Hábitos Atómicos

Hábitos Atómicos

TABLA RESUMEN como crear un buen hábito y como eliminar uno malo

Tácticas avanzadas, como pasar de ser bueno a ser verdaderamente grandioso

El inconveniente de crear buenos hábitos
Entre más nos apegamos a una identidad, más difícil se vuelve crecer más allá de ella
La reflexión y la revisión son procesos que te permiten permanecer consciente de tu desempeño a lo largo del tiempo.
Hábitos + Práctica deliberada = Maestría
La ventaja de los hábitos es que podemos hacer cosas sin pensar. La desventaja es que podemos dejar de poner atención en los pequeños errores.
La regla de ricitos de oro: Como mantenerse motivado en la vida y el trabajo
Los profesionales mantienen un horario, los aficionados dejan que la vida se entrometa en el camino.
Cualquiera puede trabajar cuando se siente motivado. Es la habilidad de seguir adelante cuando el trabajo no es emocionante lo que hace la diferencia.
Conforme los hábitos se convierten en rutina, se vuelven menos interesantes y menos satisfactorios. Nos aburren
La más grande amenaza al éxito no es el fracaso, es el aburrimiento.
La Regla de Ricitos de Oro establece que los humanos experimentamos el máximo de motivación cuando trabajamos en tareas que están justo en el borde de nuestras habilidades actuales.
La verdad acerca del talento (Cuándo lo genes importan y cuando no)
Los genes no eliminan la necesidad de trabajar duro. Determinan y muestran lo que hay que hacer. Nos dicen en qué debemos trabajar duro.
Participa en un juego que favorezca tus fortalezas. Si no puedes encontrar un juego que te favorezca, crea uno nuevo.
Los hábitos son fáciles cuando son compatibles con tus habilidades naturales. Elige los hábitos que mejor se amoldan a ti.
Los genes no pueden cambiarse, lo que significa que nos brindan una poderosa ventaja en condiciones favorables y una seria desventaja en circunstancias desfavorables.
Elige el hábito apropiado y el progreso se vuelve sencillo. Elige el hábito incorrecto y la vida se vuelve una batalla.
El secreto para maximizar tus probabilidades de éxito es elegir el campo correcto de competencia.

Conclusión

Pequeñas lecciones de las cuatro leyes
Expectativas....

Aristóteles: «Es fácil decepcionar a la juventud porque la juventud es rápida para tener esperanzas». Tal vez esto podría actualizarse y expresarse como: «Es fácil decepcionar a la juventud porque la juventud solo tiene esperanzas». Los jóvenes carecen de la experiencia necesaria para anclar sus expectativas. Al principio la esperanza es todo lo que tienes.

Los planes nuevos ofrecen esperanza porque no tenemos experiencias que nos permitan anclar nuestras expectativas en la realidad.

Empiezas a comprender cómo funciona el proceso y tu esperanza gradualmente se transforma en una predicción más precisa y en la aceptación del resultado más probable.

El deseo y el anhelo son lo que inicia una conducta. Pero si no es disfrutable, no tienes ninguna razón para repetirla. El placer y la satisfacción son lo que mantiene una conducta. Sentirte motivado es lo que hace que actúes.

La manera en que sentimos influye en nuestra manera de actuar, y nuestra manera de actuar influye en nuestra manera de sentir.

El dolor que produce el fracaso es directamente proporcional al tamaño de las expectativas. Cuando el deseo es alto, duele mucho cuando no te gusta el resultado. Fracasar en obtener algo que quieres duele más que fracasar en obtener algo en lo que no piensas demasiado.

Satisfacción....

Si lo que quieres supera lo que te gusta, siempre estarás insatisfecho. Estarás poniendo más peso en el problema que en la solución perpetuamente.

Cuando gustar y querer son aproximadamente equivalentes, te sientes satisfecho. Satisfacción = Gustar – Querer

El vacío que existe entre nuestros anhelos y nuestras recompensas determina cuán satisfechos nos sentimos después de realizar una acción.

Resistir la tentación no satisface nuestros anhelos, solamente los ignora. Crea un espacio para dejar pasar nuestros anhelos. El autocontrol requiere que te deshagas de un deseo en lugar de satisfacerlo

Progreso....

La recompensa solo aparece después de haber gastado la energía.

Tus acciones revelan cuánto deseas algo. Si afirmas que algo es una prioridad, pero nunca actúas en consecuencia, entonces significa que no lo quieres realmente.

Querer más es lo que empuja a la humanidad a buscar mejoras, desarrollar nuevas tecnologías y tratar de llegar más alto. Cuando sentimos anhelos, estamos insatisfechos pero determinados. Sin anhelos, estamos satisfechos, pero carecemos de ambición.

El sufrimiento dirige el progreso. La fuente de todo sufrimiento es el deseo por un cambio de estado. Esto también es la fuente de todo progreso.

Decisiones.....

la mayoría de la gente cree que la respuesta razonable es aquella que los beneficia, la que satisface sus deseos.

Si un tema hace que alguien se sienta emocional, es improbable que ese alguien se interese en los datos. Este es el motivo por el cual las emociones pueden ser una amenaza tan grande cuando se trata de tomar decisiones.

Tu respuesta tiende a seguir tus emociones. Nuestros pensamientos y acciones están enraizados en lo que encontramos atractivo, no necesariamente en lo que es lógico

Solo podemos ser racionales después de haber sido emocionales. El modo primario del cerebro es el sentimiento, el modo secundario es el pensamiento.

Esta es la razón por la que el anhelo se da antes que la respuesta. El sentimiento se da primero, y luego la conducta.

Todas las decisiones son emocionales de alguna manera. Sean cuales sean tus razones lógicas para realizar una acción, tú solamente te sientes motivado a actuar debido a una emoción.

Es el deseo, no la inteligencia, lo que provoca una conducta. Como dice Naval Ravikant: «El truco para hacer cualquier cosa consiste en cultivar primero un deseo por esa cosa».

Propósito...

Friedrich Nietzsche, filósofo y poeta alemán, escribió: «Aquel que tiene un porqué por el cual vivir, puede soportar casi cualquier cómo». Esta frase abriga una importante verdad acerca del comportamiento humano. Si tu motivación y deseos son lo suficientemente grandes (esto es, tu porqué está actuando), te pondrás en acción aun cuando sea muy difícil. Los grandes anhelos promueven grandes acciones, a pesar de que la resistencia sea dura.

La felicidad es simplemente la ausencia de deseos

Simplemente estás observando y existiendo.

El anhelo se trata de querer arreglarlo todo. La observación sin anhelo es el reconocimiento de que no necesitas arreglar nada.

La paz ocurre cuando dejas de convertir tus observaciones en problemas.

Esto es lo que el neurólogo austríaco Victor Frankl quería decir cuando afirmó que la felicidad no puede perseguirse, tiene que surgir. El deseo se persigue. El placer surge a partir de la acción.

Es la idea de placer lo que perseguimos. Buscamos la imagen del placer que generamos en nuestras mentes

La felicidad no consiste en alcanzar placer (lo cual es alegría o satisfacción), sino en una falta de deseo. La felicidad llega cuando no sientes la urgencia de sentirte de manera distinta. La felicidad es el estado en el que entras cuando ya no quieres cambiar de estado.

Modelo

Fase de la solución

Recompensa

Respuesta

Fase del problema

Anhelo

Señal

El secreto para alcanzar resultados que duren
Es notable el negocio que puedes construir si no dejas de trabajar. Es notable el cuerpo que puedes llegar a tener si no dejas de entrenar. Es notable el conocimiento que puedes adquirir si no dejas de aprender. Es notable la fortuna que puedes llegar a amasar si no dejas de ahorrar. Son notables las amistades que puedes construir si no dejas de preocuparte por los demás. Los pequeños hábitos no se suman. Los pequeños hábitos se componen. Ese es el poder de los hábitos atómicos. Pequeños cambios. Resultados notables.
Cada mejora equivale a añadir un grano de arena en el platillo positivo de la balanza, inclinando lentamente las cosas a tu favor. Eventualmente, si mantienes los hábitos, alcanzas un punto clave. De pronto parece más sencillo mantener los buenos hábitos. El peso del sistema está trabajando para ti en lugar de hacerlo en tu contra.
Hay una antigua parábola griega conocida como la paradoja de sorites,* que se refiere al efecto que una pequeña acción puede tener cuando se repite suficientes veces. Una formulación de la paradoja es como sigue: ¿Puede una moneda volver rico a alguien? Si le das a una persona una pila de diez monedas, no podrías afirmar que es rica. Pero ¿qué pasa si añades otra pila? ¿Y otra? ¿Y otra más? En algún momento, tendrías que admitir que tu vida se transformó gracias a un pequeño cambio.

Como mantener los buenos hábitos todos los días

Como un socio corresponsable puede cambiarlo todo
Saber que alguien nos está observando puede ser un motivador muy poderoso.
Un contrato de hábitos puede ser usado para añadir un costo social a cualquier conducta. Esto hace que el costo de violar tus promesas sea público y doloroso.
Un socio corresponsable puede crear un costo inmediato para nuestra inactividad. Nos importa mucho lo que otros piensan de nosotros y no queremos que los otros nos tengan en un mal concepto.
Es menos probable que repitamos un mal hábito si este es doloroso e insatisfactorio.
La inversión de la Cuarta Ley del Cambio de Conducta es hacerlo insatisfactorio.
Solo porque puedas medir algo, no significa que ello sea lo más importante.
Nunca dejes de hacer algo dos veces. Si dejas de realizar tu hábito un día, recupera el ritmo tan rápido como sea posible.
No rompas la cadena. Trata de mantener tu hábito en una racha continua que no se detenga.
Los registros de hábitos y otras formas visuales de medir pueden hacer que tus hábitos sean satisfactorios al proveer evidencia clara de tu progreso.
Un historial o registro de hábitos es una manera simple de medir si realizaste o no un hábito —como marcar con una equis un espacio en un calendario.
Uno de los sentimientos más satisfactorios es el sentimiento de estar progresando.

Cómo construir mejores hábitos en 4 senciallos pasos

Las Cuatro Leyes del Cambio de Conducta son un simple conjunto de reglas que puedes usar para construir mejores hábitos. Las reglas son: 1) hacerlo obvio, 2) hacerlo atractivo, 3) hacerlo sencillo 4) hacerlo satisfactorio
4 Cuarta Ley: Hacerlo Satisfactorio

Las primeras tres Leyes del Cambio de Conducta —hacerlo obvio, hacerlo atractivo y hacerlo sencillo— incrementan las posibilidades de que una conducta sea realizada en esta ocasión. La Cuarta Ley del Cambio de Conducta —hacerlo satisfactorio— aumenta las posibilidades de que una conducta sea repetida en la siguiente ocasión

Para lograr mantener un hábito, necesitas sentirte exitoso de manera inmediata —aunque solo sea de manera modesta.

La regla cardinal del cambio de conducta es: Lo que es inmediatamente recompensado se repite. Lo que es inmediatamente castigado se evita.

El cerebro humano evolucionó para priorizar las recompensas inmediatas sobre las recompensas retardadas.

Tendemos a repetir una conducta cuando la experiencia es satisfactoria.

La Cuarta Ley del Cambio de Conducta es hacerlo satisfactorio.

3era Ley: Hacerlo Sencillo

Como hacer inevitables de los buenos hábitos e imposible los malos hábitos

Usar la tecnología para automatizar tus hábitos es la manera más confiable y efectiva de garantizar el comportamiento apropiado

Las elecciones que tenemos que tomar una sola vez —como comprar un mejor colchón o inscribirse en un plan de ahorros automático— son acciones individuales que automatizan tus hábitos futuros y producen ganancias que se incrementan con el tiempo.

La mejor manera de asegurar tu comportamiento futuro consiste en automatizar tus hábitos.

Un mecanismo de compromiso es una elección que haces en el presente para garantizar un mejor comportamiento en el futuro.

La inversión de la Tercera Ley del Cambio de Conducta es hacerlo difícil

Cómo dejar de postergar usando la regla de los 2 minutos

Hay que estandarizar antes de optimizar. No se puede mejorar un hábito que no existe.

Entre más ritualices el principio de un proceso, más posibilidades hay de que acabes por alcanzar el estado de concentración profunda que se requiere para alcanzar grandes logros.

La regla de los dos minutos establece: «Cuando empiezas un nuevo hábito, debe tomarte menos de dos minutos hacerlo».

Muchos hábitos ocurren en momentos decisivos —las elecciones que son como una letra y en un camino—, y te pueden conducir ya sea en dirección de un día bueno o de un día completamente improductivo

Los hábitos se pueden completar en unos cuantos segundos, pero siguen impactando nuestra conducta durante minutos e incluso horas después.

La ley del menor esfuerzo

Prepara tu ambiente para que las acciones futuras sean sencillas.

Reduce la tensión asociada con las buenas conductas. Cuando la tensión o resistencia es elevada, los hábitos son difíciles.

Crea un ambiente donde hacer lo correcto sea tan fácil como sea posible.

El comportamiento humano sigue la ley del menor esfuerzo. Tendemos por naturaleza a elegir la opción que requiere la menor cantidad de trabajo.

Avanza despacio pero no des marcha atrás

La cantidad de tiempo que llevas realizando un hábito no es tan importante como el número de veces que has realizado ese hábito.

La formación de hábitos es el proceso mediante el cual una conducta progresivamente se vuelve más automática mediante la repetición frecuente.

Enfócate en actuar realmente, en lugar de solo ponerte en marcha.

La manera más efectiva de aprender es practicar, no planear.

La Tercera Ley del Cambio de Conducta es hacerlo sencillo.

Segunda ley: Hacerlo Atractivo

Como localizar y arreglar las causas de tus malos hábitos

Los hábitos son atractivos cuando los asociamos con sentimientos positivos y son poco atractivos cuando los asociamos con sentimientos negativos. Crea un ritual motivacional haciendo algo que disfrutes mucho justo antes de realizar un hábito que te cuesta trabajo.

Destaca los beneficios de abandonar un hábito perjudicial para hacerlo parecer poco atractivo.

La causa de tus hábitos es, en realidad, la predicción que los precede. La predicción conduce a un sentimiento.

Tus hábitos son soluciones modernas a deseos ancestrales.

Cada conducta tiene un anhelo o deseo superficial y un motivo subyacente.

La inversión de la Segunda Ley del Cambio de Conducta es hacerlo poco atractivo.

El papel de la familia y lo amigos en lla formación de ha´bitos

Si cierta conducta puede proporcionarnos aprobación, respeto y elogios, la encontramos atractiva

El comportamiento normal de la tribu con frecuencia prevalece sobre el comportamiento deseado del individuo. Muchas veces preferimos pertenecer aunque estemos equivocados, que estar solos y en lo correcto.

Una de las estrategias más efectivas que puedes seguir para construir mejores hábitos consiste en unirte a un ambiente donde: 1) tu conducta deseada sea un comportamiento normal y donde 2) tengas algo en común con el grupo.

Tendemos a imitar los hábitos de tres grupos sociales: el cercano (familia y amigos), el amplio (la tribu) y el poderoso (aquellos que cuentan con un estatus elevado y prestigio).

Tendemos a adoptar hábitos que son elogiados y aprobados por el ambiente en el que vivimos porque sentimos un natural deseo de integrarnos y pertenecer a una tribu.

El ambiente dentro del que vivimos determina cuáles conductas son atractivas para nosotros.

Cómo lograr que un hábito sea irresistible

La acumulación de tentaciones es una de las formas de hacer que tus hábitos sean más atractivos. La estrategia consiste en integrar una acción que quieras hacer con una acción que necesites hacer.

La anticipación de la recompensa —no su obtención— es lo que nos pone en acción. Entre mayor es la anticipación, mayor es el pico de dopamina.

Los hábitos son un circuito de retroalimentación conducido por la dopamina. Cuando la dopamina se incrementa, lo mismo ocurre con la motivación para actuar.

Entre más atractiva sea una oportunidad, existen más probabilidades de que produzca la formación de nuevos hábitos.

La Segunda Ley del Cambio de Conducta es hacerlo atractivo

Primera ley: Hacerlo Obvio

«Mientras no logres transformar lo inconsciente en consciente, lo inconsciente guiará tu vida y tú lo llamarás destino».

El secreto del autocontrol

El autocontrol es una estrategia de corto plazo, no de largo plazo.

Una de las maneras más prácticas de eliminar un mal hábito consiste en reducir la exposición a la señal que lo desencadena.

Las personas con un alto grado de autocontrol tienden a pasar menos tiempo dentro de situaciones tentadoras. Es más fácil evitar la tentación que resistirla.

Una vez que un hábito está formado, es poco probable que se olvide.

La Primera Ley del Cambio de Conducta invertida es hacerlo invisible.

La Mótivación está sobrevalorada; el ambiente a menudo es más importante

Es más sencillo construir nuevos hábitos en un nuevo ambiente porque no tendrás que estar luchando en contra de antiguas señales y disparadores

Gradualmente, tus hábitos se comienzan a asociar no solamente con un disparador aislado sino con todo el contexto que rodea a cierta conducta. El contexto se convierte en la señal.

Haz que las señales para los buenos hábitos sean obvias dentro de tu ambiente.

Cada hábito se inicia mediante una señal. Somos más proclives a notar señales que destacan.

Los pequeños cambios de contexto pueden conducir a grandes cambios de conducta con el tiempo.

La Mejor manera de comenzar un nuevo hábito

La fórmula de la acumulación de hábitos es: Después de [HÁBITO ACTUAL], yo haré [NUEVO HÁBITO]

La acumulación de hábitos es una estrategia que puedes usar para integrar un nuevo hábito con otro que ya practicas.

La fórmula de la intención de implementación es: Yo haré [CONDUCTA] a [TIEMPO] en [LUGAR].

Crear una intención de implementación es una estrategia que puedes usar para integrar un nuevo hábito en un horario y un lugar específicos.

Las señales más comunes son el tiempo y lugar.

La Primera Ley del Cambio de Conducta es hacerlo obvio.

El Registro de hábitos es un simple ejercicio que puedes usar para adquirir conciencia de tu conducta

La estrategia Pointing-and-Calling [señalar y verbalizar] eleva el nivel de tu conciencia y lleva tus hábitos desde un punto en que son inconscientes hasta un punto consciente mediante la verbalización de tus acciones.

El proceso de cambio de conductas siempre inicia al tomar conciencia. Debes estar consciente de tus hábitos antes de que puedas cambiarlos.

Una vez que los hábitos se vuelven automáticos, dejamos de prestar atención a lo que estamos haciendo.

Cualquier hábito puede dividirse en un circuito de retroalimentación que incluye cuatro pasos: Señal, Anhelo, Respuesta y Recompensa.
El propósito principal de los hábitos es resolver problemas de la vida mediante el uso de la menor cantidad de energía y esfuerzo como sea posible.
Un hábito es una conducta que se ha repetido el suficiente número de veces para convertirse en una acción automática.

La manera en que tu ha´bitos moldean tu identidad (y viceversa)

La verdadera razón por la cual los hábitos importan no es porque te ayuden a alcanzar mejores resultados (aunque, por supuesto, pueden hacerlo), sino porque son capaces de hacerte cambiar tus creencias acerca de ti mismo y ayudarte a construir una nueva identidad
Para que logres convertirte en la mejor versión de ti mismo, es necesario que constantemente revises y corrijas tus creencias y que actualices y expandas tu identidad.
Tu identidad surge de tus hábitos. Cada acción es un paso a favor o voto por la persona en quien te quieres convertir.
La manera más efectiva de cambiar tus hábitos consiste en enfocarse no en lo quieres lograr sino en la persona en quien te quieres convertir.
Hay tres niveles o capas de cambios: el cambio de resultados, el cambio de proceso y el cambio de identidad.

Ppios fiundamentales de por qué los pequeños cambios generan una gran diferencia

No te elevas al nivel de tus metas. Desciendes al nivel de tus sistemas.
Si quieres mejores resultados, olvídate de fijar metas. En lugar de eso, concéntrate en tu sistema.
Un hábito atómico es un pequeño hábito que forma parte de un sistema más complejo. De la misma manera en que los átomos son los ladrillos de las moléculas, los hábitos atómicos son los ladrillos de los resultados excepcionales.
Los pequeños cambios con frecuencia parecen no tener ningún efecto hasta que logras cruzar un umbral crítico. Los resultados más poderosos de alquier proceso acumulativo suelen retrasarse. Debes aprender a ser paciente.
Los hábitos son una espada de doble filo. Pueden trabajar a tu favor o en contra tuya. Por este motivo, entender los detalles es indispensable.
Los hábitos son el interés compuesto de la superación personal. Trabajar para lograr ser un 1% mejor cada día cuenta mucho a la larga.