av Jam Pantoja Avila 15 dager siden
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Las lesiones por presión son áreas de necrosis y a menudo ulceración (también llamadas úlceras por presión) donde los tejidos blandos se comprimen entre las prominencias óseas y las superficies externas duras. Son causadas por presión mecánica no aliviada en combinación con fricción, fuerzas de cizallamiento, y humedad. Los factores de riesgo incluyen edad > 65, alteraciones de la circulación y la perfusión tisular, inmovilización, desnutrición, disminución de la sensibilidad e incontinencia. La gravedad de las lesiones va desde un eritema cutáneo que no palidece a la presión hasta la pérdida completa de la piel en todo su espesor, con necrosis extensa de los tejidos blandos. El diagnóstico es clínico. El tratamiento incluye disminuir la presión, evitar la fricción y las fuerzas de cizallamiento, y efectuar un cuidado minucioso de las heridas. A veces se necesitan tratamientos avanzados, que incluyen terapia de heridas con presión negativa, productos basados en células y tejidos e intervención quirúrgica. El pronóstico es excelente para las lesiones en estadios tempranos; las lesiones no tratadas y aquellas en estadios finales tienen un riesgo de infección grave y son difíciles de curar.