Las modalidades de enseñanza se diversifican en tres principales: M-learning, presencial y B-learning, cada una con sus propias ventajas y desventajas. M-learning se caracteriza por la flexibilidad e independencia que ofrece al estudiante, permitiéndole manejar la información desde cualquier lugar y en cualquier momento, aunque enfrenta desafíos como la distracción fácil y cuestiones de seguridad.