En el ámbito de la observación conductual, es fundamental identificar y categorizar las respuestas de manera precisa, abarcando tanto aspectos moleculares como molares. Para llevar a cabo un registro efectivo, es necesario confeccionar una ficha detallada que contemple los estímulos antecedentes y consecuentes, garantizando la fiabilidad de los datos mediante cálculos específicos y lapsos de tiempo definidos.