La estructura de un juego puede desglosarse en varios elementos clave, cada uno desempeñando un papel esencial en la experiencia del jugador. Las ligas competitivas ofrecen un desafío constante y medible, mientras que los modos de juego variados, como el Asalto a la almeja, Torreón y Pez Dorado, añaden diversidad y mantienen el interés de los jugadores.