En la investigación educativa existen varios paradigmas fundamentales, cada uno con enfoques y métodos distintos. El paradigma positivista se enfoca en la verificación del conocimiento mediante predicciones y se caracteriza por su objetividad y uso de métodos cuantitativos, como el experimental.
Acusa de reduccionismo al positivismo y de conservadurismo a la corriente interpretativa.
Surge como respuesta a las tradiciones positivistas y naturalistas.
Naturaleza de la realidad: Compartida,
histórica, construida, dinámica, divergente
Identificar potencial de cambio, emancipar sujetos.
Analizar la realidad.
Impacto muy fuerte en diversos espacios educativos
La relación investigador-investigado es democrática y comunicativa
Genera otros paradigmas como: Base Fenomenológico
Paradigma Naturalista
Pretenden llegar a la objetividad en el ámbito de los
significados, usando como criterio de evidencia el pacto intersubjetivo en el contexto educativo.
Se centra en el estudio de los significados de las acciones humanas y de la vida social.
Utiliza la entrevista, la observación
Se enfoca en el estudio de lo individual, particular y singular de los fenómenos
Se dirige al estudio de aspectos que no son observables ni susceptibles de cuantificación
Asume un enfoque cualitativo
Genera otros paradigmas como Fenomenológico
También conocido como humanista, interpretativo o etnográfico
Paradigma Positivista
Se caracteriza por el alto interés por la verificación del conocimiento a través de predicciones. Algunos lo llaman el "paradigma prediccionista"
Sostiene que las predicciones pueden ser comprendidas como una explicación del hecho.
Trabaja con muestras representativas
Lo que construye es relativo a la objetividad de los resultados
Pretende explicar los fenómenos basados en el principio de verificación de hipótesis
Se centra en el estudio de lo observable
Método fundamental: Experimental
Asume un enfoque cuantitativo
Genera otros paradigmas: Neopositivista, Post-Positivista