av Janeth Contreras Rodríguez 1 år siden
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La Psiconeuroinmunología es una disciplina sanitaria que estudia la salud y la enfermedad desde la interacción y relación entre la mente, el sistema nervioso, el sistema inmune y el sistema endocrino, y cómo estos influyen en la actividad de los genes. Esta disciplina nos ayuda a comprender mejor la relación entre la salud y la enfermedad, y cómo podemos mejorar nuestro bienestar a través de hábitos saludables. Algunos de los beneficios de la psiconeuroinmunología son: •Nos permite conocer los mecanismos biológicos que se activan cuando experimentamos estrés, ansiedad, depresión u otras emociones negativas, y cómo estos afectan a nuestro sistema inmune y endocrino. •Nos ofrece estrategias para regular nuestras emociones y pensamientos, y así reducir el impacto negativo del estrés en nuestro organismo. •También enseña a cuidar nuestra alimentación, nuestro sueño, nuestro ejercicio físico y nuestro entorno social, ya que todos estos factores influyen en nuestra salud física y mental. •Nos ayuda a prevenir y tratar diversas enfermedades, tanto agudas como crónicas, que tienen un componente psicosomático o inflamatorio, como las alergias, las infecciones, las enfermedades autoinmunes, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer.
El diagnóstico del estrés requiere de una entrevista por un psicólogo o psiquiatra, a través de ella se obtiene información sobre los hábitos diarios y la presencia general de estrés en la vida de cada paciente. Al tener una gran serie de síntomas, el diagnóstico puede requerir de la opinión profesional de otros especialistas.
Tratamiento para el estrés agudo.
El estrés agudo se trata con asesoramiento. La terapia cognitivo-conductual es un tipo común de asesoramiento para el trastorno por estrés agudo. Se centra en cambiar ciertos pensamientos y comportamientos. Esto puede ayudar con los síntomas. El tratamiento psicológico del estrés Agudo incluye técnicas de exposición al trauma. Suelen ser técnicas que incluyen entre sus estrategias el entrenamiento en imaginación y la exposición encubierta (imaginada), aunque también se puede utilizar la exposición en vivo, especialmente a detalles, objetos o personas relacionadas con el suceso. Además, se suelen emplear estrategias para que el paciente escriba o exprese la historia del suceso, que incluye todos los detalles posibles del mismo, para que posteriormente reelabore dicha historia o escrito e incluya elementos tranquilizadores, relajantes o positivos. El objetivo es que el paciente vaya procesando de forma sana lo que vivió o el evento al que estuvo expuesto de una forma u otra.
Tratamiento para el estrés crónico
Cuando se comienza un tratamiento contra el estrés crónico, los pacientes reciben una asesoría y tratamiento completamente personalizado, Usualmente, los medicamentos o una mejora en la alimentación de la persona puede mostrar beneficios casi inmediatos. Las recomendaciones para el manejo del estrés incluyen: •Hacer ejercicio •Comer alimentos saludables •Aprender a gestionar de mejor manera el tiempo •Establecer metas realistas •Mejorar las horas de sueño •Dedicar tiempo a actividades de ocio •Desarrollar habilidades para reducir el estrés
Con respecto al sistema endocrino, están la hipófisis o pituitaria y las glándulas suprarrenales formadas por corteza y médula. La hipófisis se encuentra conectada estructural y funcionalmente con el hipotálamo formando el eje hipotalámico-hipofisariosuprarrenal (HHSRR).
Si se le permite al estrés agudo que se presente constantemente, éste podrá convertirse en estrés crónico por lo que es posible que aparezcan signos o síntomas que indiquen la presencia de una enfermedad grave. Otras enfermedades que influyen directamente en la persona son: trastornos mentales, hipertensión, úlcera péptica, ingestión excesiva de alimentos (lo que provoca obesidad), depresión, enfermedades cardiacas, enfermedades respiratorias, etc.
Con respecto al sistema nervioso, los elementos participantes más fundamentales son el hipotálamo, situado en la base del cerebro y que actúa de enlace entre el sistema nervioso y el endocrino, y el sistema nervioso autónomo, especialmente el sistema nervioso simpático (SNS). Este último inerva principalmente el corazón, los vasos sanguíneos y la médula adrenal.
Existe una gran cantidad de signos y síntomas que se presentan ante la situación de estrés. Esto se debe a que las hormonas que se secretan, con la finalidad de contrarrestar al estímulo estresor, viajan por el torrente sanguíneo afectando a la mayor parte de los órganos. Es por esto que, dependiendo del órgano afectado, es el signo o síntoma que se presenta; algunos de los síntomas más importantes son: : dolor de cabeza, tics nerviosos, insomnio, ansiedad, boca seca, nudo en la garganta, tensión y dolor muscular, taquipnea, dispepsia, vómitos, diarrea, colitis ulcerosa, poliuria, impotencia sexual, dismenorrea, piel seca, prurito, fatiga rápida, hipertensión, taquicardia, etc.
La forma y duración de estas fases de estrés dan lugar a dos tipos de estrés: el estrés agudo (eustrés)y el estrés crónico (distrés).
Si el estímulo es real o imaginario pero perdura en el tiempo con mayor o menor intensidad, a su efecto se le denomina estrés crónico.
Dicho estrés es causado por situaciones diarias, continuas y repetitivas en donde la persona no es capaz de reaccionar en alguna forma. Dicho de otra forma, cuando el organismo se encuentra bajo presión continua o en situación de emergencia constante y se agotan los recursos fisiológicos y psicológicos de defensa del individuo, esta situación provoca una situación de estrés que en muchos casos termina en una patología.
Si el estímulo es real y de corta duración, a su efecto se le denomina estrés agudo, siendo esta la forma de estrés más común.
El estrés agudo puede ser considerado positivo como una reacción constructiva, una condición en la cual el organismo completo responde con prontitud, eficacia y espontaneidad a situaciones externas de emergencia, que generan preocupación y alarma.