Durante los periodos de la Revolución Industrial, se observaron cambios significativos en varios países como Bélgica, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Alemania. Se destacaron por el uso de nuevas fuentes de energía como el petróleo, la electricidad y el carbón.
El desarrollo del comercio a nivel mundial (debido a la gran capacidad de producción y a las innovaciones en el transporte por tierra y marítimo).
La sustitución del hierro por el acero, un material más duro y resistente.
El desarrollo de nuevas industrias como la textil, la siderúrgica (metales) o la minera.
El dominio de la burguesía sobre la economía y la política, sustituyendo el poder absoluto de la nobleza y dando origen a la clase social del proletariado.