El enfoque holístico de la terapia auditivo-verbal se centra en la evaluación diagnóstica progresiva, enfatizando la importancia de una detección oportuna antes de los tres años. Este método promueve la adquisición y habilitación del lenguaje y la audición, permitiendo que los niños sordos aprendan a escuchar y hablar de manera funcional e independiente.