por andres vera 15 anos atrás
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Arturo Uslar Pietri nació en Caracas en una casa situada en la calle de Romualda a Manduca, número 102, el 16 de mayo de 1906. Fue hijo mayor del matrimonio entre el general Arturo Uslar Santamaría y de Helena Pietri Paúl. Entre sus antepasados se incluye a Johan Von Uslar, un alemán que luchó con en la Batalla de Waterloo en 1815 y por la independencia de Venezuela. Uslar Pietri se crió en esa casa y en Maracay (Aragua), lugar donde publicó algunos cuentos en revistas juveniles.
Su infancia y adolescencia estuvieron enmarcadas por la provincia venezolana: Los Teques, Maracay, Cagua. Desde 1915 conoció a un compañero que ejercería en él influjo importante y con quien habría de compartir el crecimiento intelectual: Carlos Eduardo Frías. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad Central de Venezuela de la capital venezolana.
Hay una incidencia particular que podría explicar en cierto modo la actitud de Arturo Uslar Pietri en sus días juveniles, con respecto a los acontecimientos políticos encabezados por los universitarios contra Juan Vicente Gómez. Su abuelo materno, el médico y general Juan Pietri, fue amigo personal del dictador. Estuvo entre quienes lo impulsaron a actuar contra Cipriano Castro, en 1908. Cuando Gómez asumió la Presidencia, el general Pietri formó parte del Consejo de Gobierno, primero como Ministro de Hacienda y luego como Vice-Presidente de la República, en el desempeño de cuya responsabilidad murió en 1911 (1). Uslar era entonces un niño de 5 años; esos vínculos de familia y la condición militar de su padre debieron pesar sobre el joven que desde 1923 cursaba Ciencias Políticas en la Universidad Central. Su conducta en las acciones estudiantiles fue, pues, muy discreta, de modo particular en las protestas de 1928, cuando estaba apenas a un año de obtener su título de Abogado. En cambio, desde temprano se definió en él la vocación literaria. Como alumno de secundaria en el Colegio San José de Los Teques empezó a escribir primeras páginas. Ya en 1922 había publicado un texto, «La lucha» en Billiken. Sus colaboraciones se hicieron frecuentes también en El Universal y El Nuevo Diario (2).
Lector temprano de modernistas y simbolistas, Eugenio de Castro, Gómez Carrillo, Rémy de Gourmont, Darío, Lugones, Herrera y Reissig, Horacio Quiroga, Valle Inclán, su escritura inicial estuvo señalada por esas tendencias.
A partir de 1925 cambian las perspectivas: contactos intelectuales con otros jóvenes universitarios, nuevas fuentes de lectura; los realistas rusos: Andreiev, Gogol, en especial el libro común de aquellos estudiantes: Saschka Yegulev. Además la Revista de Occidente, editada en Madrid por Ortega y Gasset, y una especie de breviario para el aprendizaje de las nuevas estéticas: Literaturas europeas de vanguardia, de Guillermo de Torre (3).
Desde 1925 en adelante se incrementa la producción y publicación de textos. Fue abundante la escritura de poemas que sólo recogería en libro ya en plenitud de su carrera literaria: Manoa, (1972). Los primeros cuentos empiezan a difundirse por la misma época (4). La vida de aquel escritor de 20 años estaba delimitada. Antes de que estallase la pequeña escaramuza intelectual contra válvula, Uslar había publicado un texto dramático reimpreso luego en la revista: «E ultreja» (5). En 1927, un año antes de redactar el manifiesto editorial de válvula, había publicado un ensayo teórico sobre vanguardismo (6). El intelectual ostentaba familiaridad con principios de la filosofía de Spengler. Estrenaba prosa enérgica y el poder dialéctico de argumentación que no ha abandonado al ensayista. Cita a Góngora junto a Goya, Whitman, Mallarmé, Wilde, Lautréamont, Rimbaud, Marinetti, Cocteau, Picasso, Tzara, Huidobro. No le es ajena la inclinación hacia los problemas de la plástica, tan palpable en el conjunto de su obra. Lo más sorprendente es que aquel ensayo de juventud está escrito para refutar puntos de vista reticentes sobre las vanguardias, expuestos nada menos que por César Vallejo. Cobra relieve singular una cita extensa, si se piensa que fue esgrimida como argumento en aquellos días de agrio debate a lo largo de toda América:
Su padre, Jorge Guillermo Borges, argentino, natural de Entre Ríos, fue abogado y profesor de psicología. Era un ávido lector y tenía aspiraciones literarias que concretó en una novela, El caudillo, y algunos poemas; además tradujo a Omar Jayyam de la versión inglesa de Fitzgerald. Para 1970, Jorge Luis Borges recordaba con estas palabras a su padre: "Él me reveló el poder de la poesía: el hecho de que las palabras sean no sólo un medio de comunicación sino símbolos mágicos y música".[3] Su madre, Leonor Acevedo Suárez, era uruguaya. Aprendió inglés de su marido y tradujo varias obras de esa lengua al español. La familia de su padre tenía orígenes españoles, portugueses e ingleses; la de su madre, españoles y posiblemente portugueses. En su casa se hablaba en español e inglés.
Borges nació, a los ocho meses de gestación, en una típica casa porteña de fines del siglo XIX, con patio y aljibe, dos elementos que se repetirán como un eco en sus poesías. Su casa natal estaba situada en la calle Tucumán 840, pero su infancia transcurrió un poco más al norte, en la calle Serrano 2135 del barrio de Palermo. La relación de Borges con la literatura comenzó a muy temprana edad, siendo que a los cuatro años ya sabía leer y escribir. Debido a que en su casa se hablaba tanto español como inglés, Borges creció como bilingüe.[4] [5]
Mapa de la Ciudad de Buenos Aires en 1888. La infancia de Borges transcurrió en Palermo, un barrio que por aquella época se hallaba en los márgenes de la ciudad.
En 1905 comenzó a tomar sus primeras lecciones con una institutriz británica.[a] Al año siguiente escribió su primer relato, La visera fatal, siguiendo páginas del Quijote. Además, esbozó en inglés un breve ensayo sobre mitología griega. A los nueve años tradujo del inglés El príncipe feliz, de Oscar Wilde, texto que se publicó en el periódico El País rubricado por Jorge Borges (h).[4] En el barrio de Palermo, que por aquella época era un barrio marginal de inmigrantes y cuchilleros, conoció las andanzas de los compadritos que después poblaron sus ficciones. Borges ingresó al colegio directamente en el cuarto grado. Por esa época la familia pasaba sus vacaciones de verano en Adrogué o en casa de unos familiares uruguayos, los Haedo.[6]
En 1914 el padre de Borges se vio obligado a dejar su profesión, jubilándose de profesor debido a la misma ceguera progresiva hereditaria que décadas más tarde afectaría también a su hijo. Junto con la familia, se dirigió a Europa para someterse a un tratamiento oftalmológico especial. Para refugiarse de la Primera Guerra Mundial, la familia se instaló en Ginebra (Suiza), donde el joven Borges y su hermana Norah (nacida en 1902) asistirían a la escuela. Borges estudió francés y cursó el bachillerato en el Liceo Jean Clavin. Durante esa época leyó sobre todo a los prosistas del Realismo francés y a los poetas expresionistas y simbolistas, especialmente a Rimbaud. A la vez, descubrió a Schopenhauer, a Nietzsche, a Carlyle y a Chesterton. Con la sola ayuda de un diccionario aprendió por sí mismo el alemán y escribió sus primeros versos en francés.[6]
En 1919, gracias al fin de las hostilidades y después del fallecimiento de la abuela materna, la familia Borges marchó a España. En un primer momento se instalaron en Barcelona y luego se trasladaron a Palma de Mallorca. En esta última ciudad Borges escribió dos libros que no publicó: Los ritmos rojos, poemas de elogio a la Revolución Rusa, y Los naipes del tahúr, un libro de cuentos. En Madrid y en Sevilla participó del movimiento literario ultraísta, que luego encabezaría en Argentina y que influiría poderosamente en su primera obra lírica. Colaboró con poemas y en la crítica literaria en las revistas Ultra, Grecia, Cervantes, Hélices y Cosmópolis. Su primera poesía, "Himno al mar", escrita en el estilo de Walt Whitman, fue publicada en la revista Grecia el 31 de diciembre de 1919.[7
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa (Arequipa, 28 de marzo de 1936), escritor peruano. Vargas Llosa es uno de los más importantes novelistas y ensayistas de Latinoamérica, así como uno de los principales autores de su generación.
Vargas Llosa subió a la fama en la década de 1960 con novelas como La ciudad y los perros (1963), La casa verde (1965), y la monumental Conversación en La Catedral (1969). Aún continúa escribiendo prolíficamente en una serie de géneros literarios, incluyendo crítica literaria y periodismo. Entre sus novelas se cuentan comedias, novelas policiacas, novelas históricas y políticas. Varias de ellas, como Pantaleón y las visitadoras (1973) y La tía Julia y el escribidor (1977), han sido adaptadas y llevadas al cine.
Muchas de las obras de Vargas Llosa están influidas por la percepción que tiene el escritor de la sociedad peruana y por sus propias experiencias como peruano. Sin embargo, de forma creciente ha expandido su repertorio y tratado temas que son de otras partes del mundo.
Al igual que otros autores latinoamericanos, Vargas Llosa ha sido políticamente activo a lo largo de su carrera. Fue candidato a la presidencia del Perú en 1990 por el partido de centro-derecha Frente Democrático (FREDEMO).
Gabriel José de la Concordia García Márquez es un novelista colombiano, escritor de cuentos, guionista y periodista. Nacido en la Región Caribe, en el municipio de Aracataca (Magdalena), el 6 de marzo de 1927. Es conocido familiarmente como "Gabo " (y también Gabito) (hipocorístico guajiro para Gabriel), desde que su compañero del diario bogotano El Espectador, José Salgar, comenzara a llamarle así. En 1958, se casó con Mercedes Barcha, tienen dos hijos, Rodrigo y Gonzalo.
Es considerado uno de los autores más significativos del siglo XX. Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1982, según la laudatoria de la Academia Sueca "por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente".[1] Su novela más reconocida internacionalmente es Cien años de soledad.
Hijo de Carlos Onetti y Honoria Borges, nació en (Montevideo, 1 de julio, 1909, a las seis de la mañana.[1] Tuvo dos hermanos, uno mayor que él, Raúl, y una hermana menor, Raquel. En 1930 se casó con su prima, María Amalia Onetti. En marzo del mismo año la pareja viajó a Buenos Aires, su nueva residencia. El 16 de junio de 1931 nació su primer hijo: Jorge Onetti Borges, también escritor, fallecido en 1998. En 1933 se separa de su mujer y un año más tarde, de regreso en Montevideo, vuelve a contraer matrimonio, ahora con la hermana de María Amalia, María Julia Onetti.
En 1939 es nombrado secretario de redacción del semanario Marcha, cargo que desempeña hasta 1941, cuando comienza a trabajar en la agencia de noticias Reuters. Ese mismo año, conservando el empleo en Reuters, viaja nuevamente a Buenos Aires, donde permanecerá hasta 1955. Trabaja como secretario de redacción de las revistas Vea y Lea e Ímpetu. En 1945 se casa con una compañera de trabajo en Reuters, la holandesa Elizabeth María Pekelharing. El 26 de julio de 1949 nació su hija Isabel María (Litti).
A fines de 1955 regresó a Montevideo y comenzó a trabajar en el diario Acción; contrajo matrimonio por cuarta vez, con la joven argentina de ascendencia alemana Dorothea Muhr (Dolly). Fue encarcelado en 1974, durante la dictadura de Juan María Bordaberry, y el poeta español Félix Grande, entonces director de Cuadernos Hispanoamericanos, recogió firmas para lograr la liberación de Onetti. Al año siguiente viaja a España con su esposa, invitado por el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, ciudad en la que finalmente fija su residencia. Cuando en 1985 la democracia regresa a Uruguay, el presidente electo, Julio María Sanguinetti, lo invita a la ceremonia de instalación del nuevo Gobierno; el escritor agradece la invitación pero decide permanecer en Madrid. Onetti muere el 30 de mayo de 1994, en una clínica de la capital española, ciudad en la que vivió 19 años, de los cuales pasó enclaustrado los últimos cinco años, sin salir prácticamente de su cama.
Juan Rulfo Nació en Pulco, municipio de San Gabriel, distrito de la ciudad de Sayula, estado de Jalisco, el 16 de mayo de 1917. Murió en Ciudad de México, el 7 de enero de 1986, escritor, guionista y fotógrafo mexicano , perteneciente a la generación del 52. La reputación de Rulfo se asienta en dos pequeños libros: El llano en llamas, compuesto diecisiete pequeños relatos y publicado en 1953, y la novela Pedro Páramo, publicada en 1955. Se trata de uno de los escritores de mayor prestigio del siglo XX, pese a ser poco prolífico. Ha sido considerado uno de los mas destacados escritores en lengua española de este periodo, junto a Jorge Luis Borges, por una encuesta realizada por la editorial Alfaguara.
Quedó huérfano de padre a los seis años, Cuatro años después falleció su madre. Vivió con su abuela en San Gabriel y posteriormente en un orfanato en la ciudad de Guadalajara.
En 1934 se radica en México, y comienza a escribir sus trabajos literarios y a colaborar en la revista "América".
En 1953 publicó "El llano en llamas" (al que pertenece el cuento "Nos han dado la tierra") y en 1955 apareció "Pedro Páramo". De esta última obra dijo Jorge Luis Borges: "Pedro Páramo es una de las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica, y aun de toda la literatura", y que fuera traducido a varios idiomas: alemán, sueco, inglés, francés, italiano, polaco, noruego, finlandés.
Juan Rulfo fue uno de los grandes escritores latinoamericanos del siglo XX, que pertenecieron al movimiento literario denominado "realismo mágico", y en sus obras se presenta una combinación de realidad y fantasía, cuya acción se desarrolla en escenarios americanos, y sus personajes representan y reflejan el tipismo del lugar, con sus grandes problemáticas socio-culturales entretejidas con el mundo fantástico.
Muchos de sus textos han sido base de producciones cinematográficas. A partir de 1946 se dedicó también a la labor fotográfica, en la que realizó notables composiciones.
En 1947 se casó con Clara Aparicio, con la que tuvo cuatro hijos.
Fue un incansable viajero y participó de varios Congresos y encuentros internacionales, y obtuvo Premios como el Premio Nacional de Literatura en México en 1970 y el Premio Príncipe de Asturias en España en 1983.
Nace el 26 de diciembre de 1904 en la calle Maloja, La Habana. Su padre, Jorge Julián Carpentier, francés, arquitecto; su madre, Lina Vamont, profesora de Idiomas, de origen ruso. Desde muy pequeño tiene inclinaciones hacia la música. Sus primeros años lo pasa en una finca en las afueras de la ciudad. En 1917 ingresa en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana y estudia teoría musical. Ya en 1921 preparó su entrada en la escuela de Arquitectura de la Universidad de La Habana, aunque abandona los estudios con posterioridad.
Su vinculación al periodismo comienza en 1922 en "La Discusión", una carrera que lo va a acompañar por el resto de su vida. Integra el Grupo Minorista en 1923 y forma parte de la Protesta de los Trece. Es en 1927 firma el Manifiesto Minorista y en julio de este mismo año sufre prisión por siete meses, acusado de comunista. Protagoniza en 1928 una sorprendente fuga a Francia con pasaporte del poeta francés Robert Desnos. En Francia trabaja como periodista, colabora con importantes publicaciones y es el momento en que decide estudiar a profundidad América, hecho que le toma ocho años de su vida.
Escribe libretos para ballet. Comienza su trabajo en la radio en Poste Parisien, la estación más importante de la época en París. Publica en Madrid su primera novela "¡Écue-Yamba-O!". De 1933 a 1939 dirige los estudios Foniric. En 1939 regresa a Cuba y produce y dirige programas radiales hasta 1945. En 1942 es seleccionado el autor dramático del año por la Agrupación de la Crónica Radial Impresa. Viaja a Haití con su esposa Lilia Esteban y Louis Jover; fue un viaje de descubrimiento del mundo americano, de lo que llamó lo real maravilloso. Después de su viaje a México en 1944 realiza importantes investigaciones musicales. Publica "La música en Cuba" en México (1945).
1949 es el año en que publica, en México también, "El reino de este mundo". Inicia el 1ro. de junio en "El Nacional de Caracas" la sección "Letra y Solfa" que se mantendrá hasta 1961. De 1945 a 1959 vivió en Venezuela, visitando a algunas inhabitables zonas cerca del río Orinoco lugar que, obviamente, le inspiró para su anónimo país sudamericano en el que sitúa buena parte de Los pasos perdidos. Éste se imprime en México en (1953) y es para muchos su obra consagratoria. Con este libro gana el premio al mejor libro extranjero, otorgado por los mejores críticos literarios de París. En Buenos Aires se edita "El acoso" (1956). Publica en 1958, Guerra del tiempo. Regresa a Cuba en 1959 para manifestar su eterno compromiso con La Revolución Cubana. Es nombrado Subdirector de Cultura del Gobierno Revolucionario de Cuba (1960). Carpentier recibió la influencia directa del surrealismo, y escribió para la revista Révolution surréaliste, por encargo expreso del poeta y crítico literario francés André Breton. "El siglo de las luces" ve la luz en México en 1962. Es designado ministro consejero de la Embajada de Cuba en París. Publica en París "Literatura y conciencia política en América Latina" que incluye los ensayos de "Tientos y diferencias" con excepción de «La ciudad de las columnas».
En 1972 se edita en Barcelona "El derecho de asilo". "Concierto barroco" y "El recurso del método" son publicados en México en 1974. Es en este mismo año que recibe un extenso homenaje en Cuba por su setenta aniversario. Recibe el título de Doctor Honoris Causa en Lengua y Literatura hispánicas, otorgado por la Universidad de La Habana el 3 de enero de 1975. En ese mismo año, recibe el Premio Internacional Alfonso Reyes. Se le confiere el Premio Mundial "Cino del Duca" y su retribución monetaria la dona al Partido Comunista de Cuba. En 1976 le es conferida la más alta distinción que concede el Consejo Directivo de la Sociedad de Estudios Españoles e Hispanoamericanos de la Universidad de Kansas, el título de Honorary Fellow. Es electo diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba. En 1978 la más alta distinción literaria de España, el Premio Miguel de Cervantes y Saavedra, es recibida por Carpentier de manos del rey Juan Carlos. Dona al Partido Comunista la retribución material del premio.
La Editorial Siglo XXI publica "La consagración de la primavera" en 1979. "El arpa y la sombra" se edita en México, España y Argentina. Recibe el Premio Medicis Extranjero por "El arpa y la sombra". Es el más alto reconocimiento con que premia Francia a escritores extranjeros.
Fallece en París el 24 de abril de 1980.
Carlos Fuentes nació en Panamá, donde su padre, el diplomático Rafael Fuentes Boettiger, estaba destinado; en los años siguientes vivirá en Quito, Montevideo y Río de Janeiro. A la primaria va en Washington D.C., Estados Unidos, ciudad a la que su padre llega en 1934 como consejero de la embajada de México. Los veranos los pasa en Ciudad de México, estudiando en escuelas para no perder el idioma y para aprender la historia de su país. Vivió en Santiago de Chile (1940-1944) y Buenos Aires en donde recibió la influencia de notables personalidades de la esfera cultural americana.
Llega a México a los 16 años y entra en la Preparatoria en el Colegio México. Se inicia como periodista colaborador de la revista Hoy y obtiene el primer lugar del concurso literario del Colegio Francés Morelos. En 1949 comienza a estudiar Leyes, que abandona pronto y viaja a Londres.
Ciro Alegría, novelista y político peruano, nació en el caserío de Quilca, uno de los 7 "pungos" (casas de administración y gestión), un 4 de noviembre de 1909, en la sierra del departamento de La Libertad, Perú. Su padre, José Eliseo Alegría Lynch fue un joven intelectual, lector del anarquista peruano Manuel González Prada, que desafió la autoridad del abuelo del novelista, Don Teodoro Alegría, casándose con la hija del capataz de la hacienda (Herminia Bazán Lynch), e intentando una pequeña reforma agraria entre los campesinos de Marcabal. Don Teodoro, que había dejado a José Eliseo al frente de la Hacienda y vivía en Lima como Diputado, regresó a sus tierras y deportó a su hijo a un modesto caserío en las estribaciones de la Cordillera de los Andes, y ahí nació y vivió su primera infancia Ciro Alegría, rodeado de indios, hasta que el abuelo recordó que su nieto tenía que escolarizarse y lo separó de sus padres para enviarlo a Trujillo (capital de La Libertad), donde estudió en el Colegio San Juan, siendo su primer maestro, el que le enseñó a leer y escribir, el poeta peruano César Vallejo.
De joven, Alegría fue encarcelado dos veces a causa de su militancia en el APRA, siendo expulsado del país y refugiándose en Chile, con 21 años. Su regreso al Perú se vio truncado en múltiples ocasiones a causa de la concatenación de dictaduras y gobiernos oligárquicos que le negaban su derecho a volver al Perú. Alegría vivirá ese largo exilio de 3 décadas en Chile, los Estados Unidos, Puerto Rico y Cuba. Durante prácticamente toda su vida adulta, escribe, vive y recuerda el Perú en la distancia.
En su exilio en Santiago de Chile, se desposó con su tía segunda, Rosalía Amézquita Alegría, con la que tuvo dos hijos, Ciro y Alonso. Alonso Alegría ha llegado a ser un considerado dramaturgo peruano. Se divorcia desde Nueva York, en 1945. Posteriormente, se casaría con una portorriqueña, con la que no tendría hijos, Ligia Marchand. Por último, desposaría en terceras nupcias a la poetisa hispano-cubana Dora Varona, recopiladora y estudiosa de su obra, con la que tuvo cuatro hijos: Cecilia, Ciro, Gonzalo y Diego, de los cuales Diego, el menor nacería |póstumamente y fallecería con 14 años. Gonzalo Alegría es presidente de la Fundación bMundi, desde la cual colabora con el Perú y la obra de su padre.
Volvió a residir en su tierra con 51 años y falleció de 58 años. En su exilio en Nueva York, Alegría abandona el aprismo. A su vuelta al Perú, y a pedido de su amigo Fernando Belaúnde Terry, Alegría se unió al partido Acción Popular, por el cual fue elegido diputado en 1963. Así mismo, se incorporó a la Academia Peruana de La Lengua en 1960 y asumió el cargo de presidente de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas. Falleció en Lima en 1967.
Ernesto Sabato (pronunciado «Sábato»)[2] (Rojas, Provincia de Buenos Aires; 24 de junio de 1911) es un escritor, ensayista y pintor argentino. Ha escrito tres novelas, El túnel, Sobre héroes y tumbas y Abaddón el exterminador, así como diferentes ensayos sobre la condición humana.
Cuando tenía tres años, muere su padre, José Antonio Icaza Manzo. Así que fue llevado a la Hacienda Chimborazo, en la provincia del mismo nombre que era propiedad de su tío materno, Enrique Coronel. Así entró en contacto con la realidad social ecuatoriana que marcó toda su obra. La cercanía con los indígenas lo hizo muy sensible a esa realidad de sometimiento y pobreza. A los seis años, su madre, Amelia Coronel Pareja se casa en segundas nupcias y lo abandona. La familia Salazar Gómez lo acoge, y luego su madre se traslada de nuevo a Quito. Estudió en el colegio San Gabriel, regentado por los padres jesuitas, pero se graduó finalmente en el colegio Mejía, de carácter público.
Se decidió a estudiar Medicina en la Universidad Central del Ecuador, pero luego de la muerte de su padrastro y su madre, abandonó la carrera e hizo algunos cursos de declamación. Así, Icaza se convirtió en actor, lo cual le dio oportunidad de recorrer su país y descubrir la situación infrahumana del indio.
Tres años después del golpe militar del 9 de julio de 1925 estrena su primera pieza dramática, El intruso, comedia en tres actos. Durante el convulsionado período entre el golpe militar de 1925 y la revolución del 28 de mayo de 1944, Icaza escribió la mayor parte de su obra literaria.
Contrajo matrimonio con la actriz Marina Moncayo en 1936, y se inició como autor dramático, pero sus obras no tuvieron éxito, excepto tal vez Flagelo (1936). Hasta antes de su éxito fue empleado público en el Ministerio de Hacienda.
Julio Cortázar fue un escritor e intelectual argentino. Nació con el nombre de Jules Florencio Cortázar en Bruselas (Bélgica) el 26 de agosto de 1914 y falleció en París (Francia) el 12 de febrero de 1984.
Se le considera uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve en general, comparable a Jorge Luis Borges, Antón Chéjov o Edgar Allan Poe, y creador de importantes novelas que inauguraron una nueva forma de hacer literatura en Latinoamérica, rompiendo los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal y donde los personajes adquieren una autonomía y una profundidad psicológica pocas veces vista hasta entonces.
Vivió buena parte de su vida en París, ciudad en la que se estableció en 1951, en la que ambientó algunas de sus obras, y donde finalmente murió. En 1981 se le otorgó la ciudadanía francesa.[1]
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Novelista y poeta del realismo mágico, influido en sus orígenes por el realismo, muy pronto, sin renunciar a esa impronta, se adentra en su campo predilecto: la mitología aborigen, la propia tierra (lo telúrico, en término muy actual), en el sentido de compromiso con los sinsabores de los campesinos sometidos al yugo colonialista, lo que se echa de ver ya en los títulos de sus obras. Junto a ello, y una faceta no menos importante, la calidad y sonoridades de su prosa apenas admiten comparación en la literatura castellana del siglo XX.
Publica Leyendas de Guatemala (1930) en torno a mitos y leyendas nativos y mestizos. En su célebre novela El señor Presidente (1946) retrata —como también lo hicieron Valle Inclán en El Tirano Banderas, García Márquez en El otoño del patriarca, Roa Bastos en Yo el supremo, a los que recientemente se sumó Vargas Llosa con La fiesta del chivo— a un típico dictador latinoamericano, para lo que se sirvió de procedimientos grotescos y burlescos; para describir con total contundencia la brutalidad y la opresión social ejercidas en su país por los gobiernos dictatoriales. Para el compositor José Castañeda escribe los libretos de las óperas Emulo Lipolidón e Imágenes de Nacimiento.
Hombres de maíz (1949) es reconocida por muchos como su obra maestra. Novela típica del realismo mágico, se aprecian en la misma igualmente las voces y los rostros del oprobio y la injusticia, pero en términos de cruda explotación colonialista. Para ello, lo más resaltable es que el autor logra, de forma casi sobrenatural, acoplar el lenguaje y el ritmo de su prosa a los de la raza que retrata, a sus fantásticas creencias, sus atávicas maneras y costumbres.