La lengua escrita se caracteriza por su uso de símbolos gráficos que permiten la transmisión de información de manera duradera a través del tiempo. En el contexto de las nuevas tecnologías, esta forma de comunicación ha evolucionado para adaptarse a los medios digitales, ofreciendo la posibilidad de escribir y leer en plataformas que facilitan una comunicación asincrónica entre emisor y receptor.