El ruido y la nación: como el rock iberoamericano redefinió el sentido de comunidad en Latino América
El rock and roll se convirtió en un eje cultural fundamental de una unificación regional que sobrepasa la heterogeneidad cultural de la región.
El rock se produce en los países hispanoparlantes y de habla portuguesa refleja los procesos culturales que, de ser originalmente juzgados extranjeros
y extranjerizantes, pudieron llegar a centralizarse como polos culturales de la asimilación.
El rock iberoamericano ha venido a cambiar el medio así como las imágenes sobre por las cuales se imagina una región entera a sí misma.
El rock pudo establecerse como una expresión cultural autosustentable entre la población de la región sin necesidad de subvenciones estatales de ninguna índole.
El rock iberoamericano se desarrolló y expandió su audiencia a identidades nacionales establecidas de la región.
Proceso de la comercialización masiva del rock iberoamericano que conllevó a la reafirmación de la comunidad latinoamericana como una entidad unificada bajo nexos culturales.
En la década de los ochenta, el rock iberoamericano dejó de ser simplemente una expresión cultural ajena asociada con clases pudientes para convertirse en aquello que expresaba las realidades económicas más injustas de la región.
Al principio el rock era parte de la clase alta con una sensibilidad estética desarrollada por su estilo de vida, a principios de los ochenta en México el rock se convirtió en la expresión cultural de grupos económicamente marginados.
A finales de los cincuenta, gracias a una audiencia más grande que tenía acceso a la radio y la televisión, se dio a conocer la primera ola de “rock and roll latino” en el continente.
Las expresiones culturales de compra-venta auditiva que apelaban a la juventud se enfrentaron con la cultura mexicana delimitada y patrocinada por el Estado a través de murales, la radio y el cine.
En la década de los cincuenta, la cultura del rock es una cultura descentralizada que dependía de un medio sujeto a las leyes de mercado y no de un lugar como las culturas locales.
Los primeros fueron
Jerry Lee Lewis, Chuck Berry y Elvis Presley.
El rock todavía es considerado como “extranjero” por ciertas elites epistemológicas, además no es apreciado como una expresión cultural.
La música de bandas chicanas como Santana y War eventualmente llegó a oídos de las audiencias latinoamericanas, quienes, también influenciadas por el rock psicodélico de la década, no tardaron en responder con su propio movimiento, el cual tuvo su
punto focal en México.
Nació
La Onda Chicana
entre 1969 y 1971
la intelectualidad latinoamericana se negó a reconocer al rock como una expresión artística válida de la región.
Por lo que
La estética de la juventud en las grandes urbes comenzaba a cambiar.
El Rock latino llego al continente pero esto no significó que el rock se latinizó completamente, por el contrario, se reafirmó lo extranjero como el referente de música juvenil.
canciones como
“La Plaga” y “El rock de la cárcel” de los Teen Tops se volvieron las más pedidas en Latinoamérica,
A pesar de “traducir” y semi-latinizar canciones populares del inglés, el rock seguía rompiendo con paradigmas sociales establecidos durante la ola nacionalista mexicana.