El proceso de aprendizaje se puede enriquecer utilizando una variedad de recursos que estimulan tanto los sentidos como la mente. Los aprendizajes sensoriales incluyen ver, oler, oír, gustar y palpar, mientras que los mentales abarcan actividades como observar, describir, comparar, clasificar, resumir, organizar, imaginar, interpretar, codificar y criticar.