A lo largo de la historia, la educación de la primera infancia ha experimentado una significativa evolución en sus enfoques y agentes educativos. Desde la Edad Media, donde la instrucción se centraba en la fe cristiana y la formación caballeresca, hasta la Edad Moderna, en la que la lectura, escritura y aritmética tomaron protagonismo, la figura de la madre y las nodrizas jugaban un papel crucial.