por Daniel Mestanza Garcia 4 anos atrás
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Una lengua mutuamente entendida; sistema lingüístico derivado de otro, normalmente con una concreta delimitación geográfica; variante minoritaria, autóctona, no escrita o sin prestigio; y finalmente, como una estructura lingüística simultánea a otra que no alcanza la categoría de lengua.
En consecuencia, al determinar un acercamiento al concepto de dialecto, es necesario realizar un tipo de recorrido que dé cuenta de la manera como los distintos encuentros humanos han dado origen a variedades lingüísticas, conocidas por sus particularidades estructurales y de uso.
La noción de idioma es aplicable como forma representativa de un grupo de hablantes que se ha configurado históricamente y que conserva unos rasgos lingüísticos y fonéticos propios, sin ser un sistema gramatical totalmente estructurado en niveles, reglas y normas, como lo sería al recibir la denominación de lengua.
En esa situación particular, la noción de idioma es aplicable como forma representativa de un grupo de hablantes que se ha configurado históricamente y que conserva unos rasgos lingüísticos y fonéticos propios.
Es a través del habla que los individuos comparten intereses, motivaciones y un principio de identidad, como en el caso de los jóvenes, o una identificación de orden social, como en el caso de los diversos sectores de la sociedad, en donde se observa un uso de lengua propio de su visión de mundo.
El habla, además, tiene que ver con factores sociales, económicos, regionales, situacionales, contextuales, comunicativos e intencionales, que inciden en las prácticas que realizan los sujetos en su cotidianidad.
Se enseña y se aprende la lengua es considerada un sistema de signos, los cuales dan lugar a la aprensión y aprehensión de la cultura; de manera que una vez experimentada esta forma de representación del mundo, va adquiriendo unas características propias, específicas y diferenciadas dentro de los diversos grupos humanos e históricos.
Quizás resulte claro afirmar que las lenguas han dado lugar a lo que geográfica, política y legalmente se reconoce como territorio, país o nación, puesto que ellas han permitido que haya imposiciones, adopciones, invasiones, intercambios y construcciones territoriales y geográficas que han dado lugar a la expansión de imperios, ideologías y sistemas de representación lingüística.
En primer lugar, es preciso establecer las aproximaciones que en torno al lenguaje se han realizado, desde distintas disciplinas, teorías y formas de conocimiento, estableciendo diversos órdenes y perspectivas a través de las cuales es posible reconocer al hombre como ser biológico y simbólico.
Gracias al lenguaje se intercambian conocimientos y experiencias históricas, culturales y estéticas, como es el caso del arte y todas las manifestaciones sociosemióticas que se han producido, tomando como base la capacidad de simbolización e interpretación ideológica, ética y estética en las diferentes épocas de la humanidad.