por Pero Gruyo 13 anos atrás
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No es un enfermo mental, sino una manera de ser en el mundo. Es una variante (personalidad) poco frecuente del ser humano que se caracteriza por tener necesidades especiales.
Criterios de Cleckley para describir la psicopatía (Cleckley, 1941)
1. Encanto externo y notable inteligencia
2. Inexistencia de alucinaciones y otras
manifestaciones de pensamiento irracional
3. Ausencia de nerviosismo
4. Indigno de confianza
5. Mentiras e insinceridad
6. Falta de sentimientos de culpabilidad y de
vergüenza
7. Conducta antisocial, sin aparente
remordimiento
8. Razonamiento insuficiente y falta de
capacidad para aprender de la experiencia
vivida.
9. Egocentrismo patológico e incapacidad
para amar
10. Gran pobreza de reacciones afectivas
11. Pérdida específica de intuición
12. Irresponsabilidad en las relaciones
interpersonales
13. Comportamiento fantástico
14. Amenazas de suicidio raramente
cumplidas
15. Vida sexual impersonal, trivial y poco
integrada
16. Incapacidad para seguir cualquier plan
de vida
Tabla 2. Factores que componen la psicopatía (Hare, 1991)
Factor 1. Personalidad o desapego emocional
(hacen referencia a características
interpersonales y afectivas)
1. Locuacidad/encanto superficial
2. Grandioso sentimiento de autovalía
4. Mentira patológica
5. Manipulador
6. Falta de remordimiento/culpa
7. Afecto superficial
8. Crueldad/falta de empatía
16. No acepta responsabilidad de sus actos
Factor II. Desviación social
(aquellos elementos relacionados con problemas de conducta, irresponsabilidad e impulsividad, y con un déficit en la socialización del individuo)
3. Necesidad de estimulación
9. Estilo de vida parásito
10. Escaso autocontrol
12. Precocidad en mala conducta
13. Sin metas realistas
14. Impulsividad
15. Irresponsabilidad
18. Delincuencia juvenil
19. Revocación de la libertad condicional
Ítems adicionales que no pertenecen a los
factores
11. Conducta sexual promiscua
17. Muchas relaciones maritales breves
20. Versatilidad delictiva
PSICÓLOGO
DESCRIPTOR DE RASGOS PSICOPÁTICOS
El complementario y su psicópata
Hugo R. Marietán
"Uno son el torturador y el torturado. El torturador se equivoca, porque cree no participar en el sufrimiento; el torturado se equivoca, porque cree no participar en la culpa". Schopenhauer
Una manera de ser
Este tema está abordado desde el punto de vista clínico, por lo tanto, acentuaremos lo descriptivo.
La psicopatía es una manera de ser, es una personalidad, una variante de los tipos humanos. No es una enfermedad, sino una manera de ser atípica, infrecuente y estridente, por su patrón conductual que desentona, en ocasiones, con el patrón general de conducta de la comunidad.
El Ps. es una persona que tiene un comportamiento distinto porque tiene necesidades distintas que satisfacer. Por eso hace un uso particular de la libertad, crea códigos propios, repite patrones conductuales y tiene necesidades de estímulos intensos. Todo esto analizado desde una persona común que ve al Ps. como a alguien que está, en algunos aspectos de su conducta, desadaptado. El Ps. no tiene un tipo de conducta psicopática en el cien por ciento de su accionar, se muestra psicopáticamente en determinado tipo de relaciones.
Otra característica básica es la cosificación, que implica quitarle al otro los atributos que lo valoran como persona, es decir, desjerarquizarlo para considerarlo un objeto y, desde esta maniobra psicológica, poder manipularlo.
Finalmente, en el acto psicopático grave, el psicópata comete una acción de tal magnitud que ese solo hecho lo describe.
Modos de relación del psicópata
El Ps. tiene, al menos, tres modos de relacionarse psicopáticamente con el otro.
El asociativo: es cuando un Ps. entra en relación con otro Ps.. Este tipo de asociación se da cuando el proyecto que debe realizar lo supera ampliamente como individuo. La relación es tensa y el equilibrio se mantiene mientras persista el objetivo. Hay que recordar que estamos hablando de personas altamente narcisistas, egocéntricas; en consecuencia, el apego que puedan tener sólo lo justifica el objetivo.
El segundo modo de relacionarse con el otro es el tangencial, es decir, cuando el Ps. se encuentra con la víctima ocasional; cuando ejerce su psicopatía en función de una acción de tipo delictiva, una violación, una estafa, por ejemplo. Es un encuentro ‘puntual’.
Otro modo de relacionarse es el complementario: cuando el Ps. encuentra su Cp., o el Cp. encuentra su psicópata. La relación es de doble vía y está lejos del preconcepto víctima-victimario; ambos participan activamente para mantener el vínculo. Considero que la persona que logra permanecer junto a un Ps., no es otro Ps., como habitualmente se entiende. Yo creo que el que más chance tiene de relacionarse y permanecer con un psicópata, es un neurótico. Estas relaciones son metaestables, se mantienen, pero con explosiones y desequilibrios a lo largo de todo su desarrollo.
El complementario
Insisto en aclarar lo descriptivo de esta exposición, que es extracto de mi experiencia con tratamientos de Cp. que conviven con Ps..
Se observa que se forma un circuito psicopático persistente; y pienso que ningún sistema permanece si no cubre una necesidad.
El tipo de necesidad que satisface el complementario con el psicópata, o el tipo de anclaje que hace que esa relación se mantenga, no tiene su base en la lógica, sino en lo irracional.
Cuando se atiende a estas personas lo primero que florece en el discurso es la queja. El complementario utiliza el escenario de la relación terapeuta-paciente para transmitir su queja. No son quejas comunes, son quejas sobre humillaciones, descalificaciones, incluso agresiones físicas. La forma de presentar la queja varía desde la justificación ("Yo lo provoqué"), la minimización ("Me golpeó, pero no es nada"), el detallismo (el detenerse morosamente en describir cada acción), hasta la búsqueda de conmiseración ("¡Cómo me hace sufrir!, ¿verdad?").
El disfrute secreto
Desde la lógica común, uno se pregunta ¿qué hace esta persona con este psicópata? ¿Qué beneficios saca para continuar en esta relación? Razonando con parámetros lógicos comunes, no se comprende la permanencia de esa pareja. Aún si se analizan con el complementario las circunstancias que llevaron a hechos agresivos, y la manera de prevenirlos, éstos se repiten. Con esto quiero decir que el hacer razonar, el esclarecimiento del porqué suceden las cosas, en este caso, no sirve, porque el anclaje está en lo irracional.
El complementario muchas veces da la impresión de que se relaciona con el psicópata a través de la angustia, o sea que, siguiendo esta premisa, el anclaje sería displacentero. Pero, después de ver a muchos de estos pacientes complementarios, yo pienso que el anclaje es el disfrute, pero no el disfrute del sufrimiento. Es un disfrute inefable y donde el sufrimiento es un efecto secundario de ese disfrute. La persona complementaria nos trae la queja, nos muestra el ‘precio’ del goce, nos muestra el "chichón"3.
Este tipo de disfrute es secreto, en el sentido de que suele ser desconocido (conscientemente) para el complementario, y a veces también para el psicópata. Pero hay algo allí que los une; tal vez en la ‘animalidad’, en lo irracional, haya un goce.
En ocasiones, por el discurso que tienen los complementarios, suelen relacionarlo con algún tipo de disfrute especial, con el sexo por ejemplo; pero eso no consigue justificar el pagar el precio de las humillaciones, las descalificaciones, la baja de la autoestima, el ‘deterioro’ de su ‘persona’. Algunos logran captar que con el psicópata pudieron desinhibir sus represiones; logran realizar lo prohibido.
Inmodificables
Otra característica del psicópata que se debe tener en cuenta es su impermeabilidad a las modificaciones. El psicópata es una persona que puede tolerar mucha presión, puede aguantar castigos, y aún así mantenerse en una posición. Esto obliga al complementario a doblegarse, porque la posición del otro es irreductible; lo pone en la opción de: "es esto o nada"; "tómalo o déjalo... si puedes". El complementario termina luchando, no contra el psicópata, que es inmodificable, sino contra sí mismo, contra su conciencia del propio valor. Y se obliga a doblegarse. Este obligarse a hacer, en el que ve menoscabada su persona, es altamente doloroso. Pero es mayor el sufrimiento que provoca la no presencia del psicópata, esto hace que el complementario pague la factura y continúe con la relación.
La regla de oro que mantiene este vínculo es la formula: "con él estoy mal, pero sin él estoy peor". Entre ‘mal’ y ‘peor’, está el disfrute.
Códigos propios
Si se conversa en profundidad con estas personas, se verá que entre el psicópata y su complementario se establecen códigos propios, señas, gestos, que hacen que modifique la conducta del otro. Una paciente me decía: "mi padre me mira de ‘esa forma’ y yo ya sé lo que debo hacer". Otra paciente decía: "yo lo seguía por detrás, no quería que estuviera a su lado para no comprometerse; sin embargo, por su forma de caminar yo sabía si tenía que pararme o si tenía que estar a un costado o donde sea".
Autoestima socavada
El complementario tiene la autoestima socavada. Uso el término "socavada" porque la erosión que hace el psicópata sobre el complementario no suele ser una acción grotesca y brutal, sino que, al contrario, puede ser muy por debajo y sutil; va descalificando, desmereciendo, creándole inseguridades (es un juego de un "premio y tres castigos", en donde no se sabe cuando llega el premio y cuando el castigo, ni por qué) hasta que la autoestima del complementario termina socavada. Decía una consultante: "Yo antes no era así de insegura. Tenía trabajo, proyectos, iniciativa; me manejaba sola. Ahora necesito preguntar todo, hasta las pavadas. Él, a todos mis planes y posturas, le encontraba un pero, un motivo de crítica, un lado negativo. No era agresivo, me hacía razonar, y al final terminaba adoptando su criterio y pensando que mi forma de encarar las cosas era la de una tonta".
El psicópata no se pasa pensando qué hacer para que el complementario haga tal cosa o tal otra, o qué hacer para descalificarlo y bajar su autoestima. Ni se lo plantea; no es un estratega ni un diseñador de conductas. Es como es. Le sale espontáneamente ese tipo de conducta que finalmente termina haciendo sentir desvalorizado al complementario.
Asimetría intolerable
Se establece una marcada asimetría en cuanto a la consideración del otro. El psicópata ve al otro como una cosa de su pertenencia, a su disposición y sin necesidad de una lógica que fundamente esta postura. Debe ser así y punto. El complementario se considera a sí mismo y a su pareja, como persona. No sabe que está con un psicópata. Pueden parecerle raras algunas conductas, pero no puede salir fuera del sistema para evaluar y concluir: "es un psicópata". Por considerarlo un igual es que hace el razonamiento equivocado: "no entiendo por qué hizo esto, yo en su lugar...". Y sufre pensando en un error o esperando una disculpa; quiere ser considerado por el psicópata como una persona, lo cual es una ilusión, algo imposible de lograr. No se puede comprender, empáticamente, la mente de un psicópata.
Contacto cero
¿Cuál es nuestro rol, como terapeutas, en este tipo de relaciones? Cuando el anclaje es fuerte no se puede hacer nada. Cuando se rompe el vínculo generalmente es porque el psicópata deja a su pareja, siendo ésta la posibilidad que tiene el complementario de salir del sistema. Del lo contrario es muy difícil. La otra forma es cuando el hartazgo es muy fuerte en el complementario, o sea que el sufrimiento supera ampliamente a los beneficios que obtiene de su psicópata. Aquí es cuando el complementario pide ayuda. La intervención del terapeuta en este caso, al ser un tipo de relación atípica, debe ser también atípica. No se puede tratar de manera estándar un vínculo que no lo es.
La regla básica cuando se quiere mantener la separación entre un psicópata y un complementario es el "contacto cero", dado que el anclaje es irracional y apenas se avistan se vuelve a rearmar el circuito psicopático. El terapeuta debe ser creativo y ocupar un papel más activo que el standard para ampliar las posibilidades del complementario.
El límite de las palabras
Ni las palabras, ni las argumentaciones, sirven, ya que el psicópata es buen manejador de las palabras, un mentiroso, y suele ser muy convincente, sobre todo con alguien que desea fuertemente ser convencido, como es el complementario.
Algunas indicaciones que pueden dar resultados son: hacer docencia, que la persona logre entender las características del psicópata; levantar la autoestima, lograr el contacto cero, fortificar lo afectivo con antidepresivos y ansiolíticos (separarse del psicópata produce algo paradójico: alivio y muchísima angustia a la vez).
La manipulación por el agobio
Si el complementario trata de salir del circuito psicopático, como "la cosa" le pertenece al psicópata, éste la persigue psicopáticamente. Por ejemplo, contaba una consultante: "Iba al trabajo y al mirar por la ventana, lo veía en la calle; trataba de hacer una ‘salida’ nocturna y en el mismo lugar ‘aparecía’ él; o al llegar a la madrugada lo encontraba en la puerta esperándome". El temor a encontrárselo en cualquier parte, a cualquier hora, terminó confinándola en su casa, y aún así la atormentaba por teléfono y con cartas. Es un agobio y presión de tal naturaleza, que genera mucha angustia, por lo cual se utilizan recursos que fueron motivo de charlas anteriores.
El después
¿Qué pasa una vez que el complementario se desliga del psicópata? La experiencia muestra que no vuelve a ser la misma persona después de haber pasado por un psicópata. Una vez que se separa, se trata de que forme nuevos contactos. Pero éstos, si son normales, resultan aburridos, insulsos, poco estimulantes. Puede pasar mucho tiempo antes de conseguir una nueva pareja. Esto dificulta el distanciamiento con el psicópata. A veces logran armar otra pareja con armonía inicial que luego resulta ser otro psicópata. Por lo tanto, una persona que pasó por la experiencia de un psicópata nunca vuelve a ser como antes y sus gustos tampoco serán los mismos. ¿Qué se puede esperar después de haber satisfecho necesidades profundas? ¿La sed, el recuerdo?
Notas al pie:
1 Conferencia presentada en el 7º Congreso Internacional de Psiquiatría organizado por la AAP el 18 de octubre de 2000. Mesa Redonda: "Psicopatía". Este tema puede ser complementado con la lectura de dos artículos anteriores: 1) Personalidades psicopáticas, revista Alcmeon 27, noviembre 1998 y 2) Descriptor de psicopatía, Alcmeon 31, noviembre de 1999; que pueden ser bajados de Internet del sitio www.alcmeon.com.ar o www.marietan.com
2 Médico Psiquiatra del Hospital Borda; Docente Adscripto de la Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires. , Argentina. E-mail: marietanweb@gmail.com Internet: www.marietan.com
3 Esto del "chichón" viene de lo siguiente: una de mis pacientes que era reiteradamente golpeada en la cabeza, (no le pegaba en otras partes del cuerpo para no dejarle marcas) me decía inclinando su cabeza y separando mechones de pelo: "¿ve, doctor, el chichón que me dejó?"
Si usted se siente identificado como complementario o tiene dudas, escríbame a marietanweb@gmail.com
Coloque su nombre, lugar de origen, edad, y describa lo más detallado posible su problema
Para guiarse puede usar el Descriptor de Rasgos Psicopáticos. Cliclee AQUI ---------->
1.200.000
300.000 Mujeres
"Sospecho que es porque la mujer utiliza su poder en el ámbito de la casa", dice el Dr.Marietán.
900.000 Varones
ROLES QUE DESEMPEÑAN DISTINTOS INTERLOCUTORES AL RELACIONARSE CON EL PSICÓPATA.
ESCLAVO: El que acata los designios del psicópata.
ADICTO: El que se comió al psicópata.
Es el "partenaire" del Ps. COMPLICE
Cuando el Ps encuentra su Cp., o el Cp. encuentra su Ps. (Dr.Marietán)
La relación es de doble vía y está lejos del preconcepto víctima-victimario; ambos participan activamente para mantener el vínculo. Considero que la persona que logra permanecer junto a un Ps., no es otro Ps, como habitualmente se entiende. Yo creo que el que más chance tiene de relacionarse y permanecer con un Ps., es un neurótico. Estas relaciones son metaestables, se mantienen, pero con explosiones y desequilibrios a lo largo de todo su desarrollo.
...
Se observa que se forma un circuito psicopático persistente; y pienso que ningún sistema permanece si no cubre una necesidad.
El tipo de necesidad que satisface el Cp. con el Ps., o el tipo de anclaje que hace que esa relación se mantenga, no tiene su base en la lógica, sino en lo irracional.
SOLUCION TERAPEUTICA ANTE EL PEDIDO DEL INTERLOCUTOR QUE OPERA COMO Cp.
EL DESPUES
Una persona que pasó por la experiencia de un Ps. nunca vuelve a ser como antes y sus gustos tampoco serán los mismos. ¿Qué se puede esperar después de haber satisfecho necesidades profundas? ¿La sed, el recuerdo?
CONTACTO CERO
AISLARLO DEL COMPLEMENTARIO.
Sólo cuando el Cp. pide ayuda, ya que lo contrario será totalmente inútil todo esfuerzo.
Evitar, por todos los medios cualquier tipo de comunicación con el Ps. Las primeras semanas son las más duras y se asemeja en mucho a un síndrome de abstinencia. El sufrimiento es intenso y si no se tienen claras las cosas se puede ceder y permitir algún tipo de comunicación y esto es como a un alcohólico permitirle una copa de alcohol para evitarle el sufrimiento: todo vuelve a empezar otra vez.
QUE EL Ps. LO ABANDONE
METERLO PRESO e INCOMUNICADO
ESTO LO DIGO YO (el que hizo este MM).
El Ps. ve al otro como una cosa de su pertenencia, a su disposición y sin necesidad de una lógica que fundamente esta postura. Debe ser así y punto.
El Cp. se considera a sí mismo y a su pareja, como persona. No sabe que está con un Ps.: "no entiendo por qué hizo esto, yo en su lugar...". Y sufre pensando en un error o esperando una disculpa; quiere ser considerado por el Ps. como una persona, lo cual es una ilusión, algo imposible de lograr.
No se puede comprender, empáticamente, la mente de un Ps..
La erosión que hace el Ps. sobre el Cp. no suele ser una acción grotesca y brutal, sino que, al contrario, puede ser muy por debajo y sutil; va descalificando, desmereciendo, creándole inseguridades (es un juego de un "premio y tres castigos", en donde no se sabe cuando llega el premio y cuando el castigo, ni por qué) hasta que la autoestima del Cp. termina socavada.
El Ps. no se pasa pensando qué hacer para que el Cp. haga tal cosa o tal otra, o qué hacer para descalificarlo y bajar su autoestima. Ni se lo plantea; no es un estratega ni un diseñador de conductas. Es como es. Le sale espontáneamente ese tipo de conducta que finalmente termina haciendo sentir desvalorizado al Cp..
Ps.
Crea inseguridades
Desmerece
Descalifica
¿qué hace esta persona con este Ps.?
Es un disfrute inefable y donde el sufrimiento es un efecto secundario de ese disfrute. La persona complementaria nos trae la queja, nos muestra el ‘precio’ del goce, nos muestra el "chichón".
En ocasiones, por el discurso que tienen los Cp, suelen relacionarlo con algún tipo de disfrute especial, con el sexo por ejemplo; pero eso no consigue justificar el pagar el precio de las humillaciones, las descalificaciones, la baja de la autoestima, el ‘deterioro’ de su ‘persona’. Algunos logran captar que con el Ps. pudieron desinhibir sus represiones; logran realizar lo prohibido.
IRRACIONAL/INEFABLE
"El Ps. encuentra en este tipo de individuos su par, aquél que lo complementa, le llena sus huecos, lo satisface. Y a su vez, el así llamado Cp., pasa por el mismo proceso: encuentra el ser especial que le llena sus vacíos y trae a la superficie sus insatisfacciones más profundas, más ocultas, más oscuras, más (pido licencia para este término) animal. Encuentra alguien que le acaricia su "animalito" y donde puede manifestarse en tanto animalito. Con esta palabra quiero expresar nuestro fuerte componente irracional, el que subyace debajo de todas las capas de la educación, de "civilización", el que permanece en aparente silencio, domado por tanta carga inhibitoria del "deber ser" y es, al decir de Nietzsche en Genealogía de la moral, "un animal enjaulado que golpea sus barrotes".
...
Bien, entonces el Ps. abre esta jaula y le da permiso al animalito del Cp. a manifestarse. El Ps. ilumina estas zonas oscuras del Cp. y las pone en acción. Esto es un efecto secundario del accionar psicopático y no tiene nada de solidario, docente o pensado para beneficiar al Cp.. Repetimos y lo haremos muchas veces más, el Ps. trabaja para sí mismo. Este poner en marcha estas zonas oscuras deslumbran por un lado al Cp. y por otro lo dejan perplejo primero y, muchas veces, avergonzado después: "¿cómo pude hacer eso?". (Dr.Marietán)
SECRETO
Este tipo de disfrute es secreto, en el sentido de que suele ser desconocido (conscientemente) para el Cp., y a veces también para el Ps. Pero hay algo allí que los une; tal vez en la ‘animalidad’, en lo irracional, haya un goce.
(Dr.Marietán)
Cuando se atiende a estas personas lo primero que florece en el discurso es la queja. El Cp. utiliza el escenario de la relación terapeuta-paciente para transmitir su queja. No son quejas comunes, son quejas sobre humillaciones, descalificaciones, incluso agresiones físicas.
Formas
Búsqueda de Conmiseración
"¡Cómo me hace sufrir!, ¿verdad?"
Detallismo
el detenerse morosamente en describir cada acción
Minimización
"Me golpeó, pero no es nada"
Justificación
"Yo lo provoqué"
Acerca de:
Agresiones físicas
Descalificaciones
Humillaciones
Cuando el psicópata se encuentra con la víctima ocasional; cuando ejerce su psicopatía en función de una acción de tipo delictiva, una violación, una estafa, por ejemplo. Es un encuentro ‘puntual’.
Cuando un psicópata entra en relación con otro psicópata. Este tipo de asociación se da cuando el proyecto que debe realizar lo supera ampliamente como individuo. La relación es tensa y el equilibrio se mantiene mientras persista el objetivo. Hay que recordar que estamos hablando de personas altamente narcisistas, egocéntricas; en consecuencia, el apego que puedan tener sólo lo justifica el objetivo.
La libertad de las personas es la capacidad de tener alternativas.
El Psicópata quita a la gente la capacidad de elegir. El Ps siempre nos deja sin opciones: la gente que manipula está en una desventaja (p.ej.económica) tal que no tiene otra salida: ("o como y lo sigo o no lo sigo y no como").
La frustración de sus planes. Cuando apuestan por un proyecto, ponen todo en él y no les sale. Ahí, el Ps. se desorganiza y empieza a hacer pavadas. Es una personalidad controladora. Por eso en el momento de la frustración puede tener actitudes absolutamente toscas, torpes. Y en este punto, la gente ve que hace macanas, una detrás de otra, y empieza a quebrarse esa unidad, que consiguió con su persuasión.
NO APRENDE DE SUS ERRORES
No se adapta a la tranquilidad. El necesita la crisis. Ser reconocido como salvador. En la paz, él no tiene papel. No la soporta. Por eso las sociedades lideradas por políticos de estas características viven de crisis en crisis.
SE VEN A SÍ MISMOS COMO "SALVADORES".
Siempre. Siempre, trabaja para sí mismo, aunque en su discurso diga todo lo contrario.
NARCISISMO:
Admiración excesiva que alguien siente por sí mismo.
CLIENTELISMO
"yo te doy, pero vos me devolvés, venís a tal o cual acto, me respondés como yo te pido".
No es un dar desinteresado ni movido por la sensibilidad de querer ayudar a quien no tiene. Es un uso de las personas para construir el propio poder.
PROMUEVE OBSECUENCIA
Obsecuentes: gente que, bajo el efecto persuasivo del Ps, es capaz de hacer cosas que de otro modo no haría.
Un artista de la mentira. No sólo de palabra sino que la actúa.
ACTÚA
Es un actor. Un "artista" de la mentira.
FINGE SENSIBILIDAD
HECHIZA/SUBYUGA
CONVINCENTE
CINICO
CINISMO:
Desvergüenza o descaro en el mentir o en la defensa y práctica de actitudes reprochables.
NO TODOS
Personalidades especiales, que no sólo se adaptan perfectamente al medio, sino que también suelen estar a nuestro alrededor sin mayores estridencias. Y más aún: muchos suelen llegar a la cima económica, política y del reconocimiento social.
Distintos de los que maneja la sociedad.
Alguien que tiene una necesidad especial debe poseer la amplitud mental, la libertad mental, para diseñar la satisfacción de la misma y darle el marco de justificación a esas acciones, es lo que se conoce en la literatura como la creación de códigos propios.
No se puede comprender, empáticamente, la mente de un psicópata.
COSIFICACIÓN
No toman a los ciudadanos como personas con derechos: los toman como cosas.
Implica quitarle al otro los atributos que lo valoran como persona, es decir, desjerarquizarlo para considerarlo un objeto y, desde esta maniobra psicológica, poder manipularlo.
Las "cosas", para el líder político con estas características, tienen que estar a su servicio: personas, dinero, la famosa "caja", para comprar voluntades. Utilizan el dinero como un elemento de presión, porque usan la coerción. La pregunta del accionar psicopático típico es: ¿cómo doblego la voluntad del otro? ¿Con una amenaza?, ¿Con un cargo, con un plan, con un subsidio? ¿Cómo divido?
PARA EL Ps "TODOS LOS SERES HUMANOS TIENEN UN PRECIO"
CHANTAJE
AMENAZAS
DINERO
REMORDIMIENTO
REMORDIMIENTO:
Inquietud tras una acción propia censurable.
CULPA
CULPA:
Responsabilidad que recae sobre alguien por haber cometido un acto incorrecto.
EMPATÍA
EMPATÍA:
Habilidad emocional, capacidad de cualquier persona normal de ponerse en el lugar del otro.
ES CRUEL
CRUELDAD:
Falta de compasión hacia el sufrimiento ajeno.
ESCRUPULOS
ESCRUPULO:
Duda, temor o recelo sobre si una cosa es o no cierta, moral, justa, etc.
NO TEME
NO DUDA
"El fin justifica los medios"
Esto lo hace imputable ante la ley. Mantiene conciencia de sus actos y puede evitar cometerlos.
PERSONALIDAD
SELECTIVA
El "Ps" no tiene un tipo de conducta psicopática en el cien por ciento de su accionar, se muestra psicopáticamente en determinado tipo de relaciones.
ESTRIDENTE
INFRECUENTE
ATIPICA
AFAN DESMEDIDO DE:
Necesita desestabilizar siempre las cosas, aquí y allá. Por eso necesita fabricar crisis.