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por Yadira Alvarado 2 anos atrás

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TRASTORNOS Y SALUD SEXUAL

La sexualidad de personas con discapacidad, como sordera o retraso mental, enfrenta significativos desafíos debido a la falta de información adecuada y programas educativos específicos.

TRASTORNOS Y SALUD SEXUAL

TRASTORNOS Y SALUD SEXUAL

Retraso mental

Pereira (2007) manifiesta que los adolescentes con retraso leve pueden llegar a tener una sexualidad muy “normalizada” pudiendo formar una familia y tener hijos aunque necesitan ayuda para la educación de sus hijos.
Las personas con discapacidad intelectual leve pueden aprender los contenidos básicos de la educación sexual y llegar a protegerse de las prácticas de riesgo.

Los individuos que presentan un déficit intelectual moderado tienen un proceso de representación de su propia sexualidad de manera rudimentaria; esto significa, que deberán aprender y desarrollar la identidad de género y su comportamiento moral de acuerdo al aprendizaje en la familia o por las instituciones escolares.

En cuanto a aquellos adolescentes y jóvenes con discapacidad intelectual grave y profunda, Flores y García (1982) expresan que estas personas no son capaces de comprender estas experiencias y regularla de acuerdo a las normas sociales así como una representación de su propio cuerpo o controlar sus relaciones con los otros.

Invidencia y sordera

La vida sexual en pareja de las personas sordas tiene grandes vacíos de información con los que se acostumbran a vivir
Los principales hallazgos indican que estos jóvenes suelen iniciar sus relaciones sexuales entre los 14 y 15 años de edad

No existen programas que pretendan elevar la calidad de la salud sexual en la pareja, pues al parecer, esta situación se ha minimizado y pocas personas se han preocupado por hacer llegar información verídica, no solo sobre los cuidados del cuerpo para la prevención de enfermedades y la reproducción, sino también sobre el placer.

La poca información que tienen las personas sordas acerca de la sexualidad sigue siendo la tradicional, cargada de mitos y tabúes y vinculada necesariamente a la reproducción; esto les impide acceder a una mejor salud sexual y a desarrollarse de manera plena como seres sexuados

Lesiones musculares

El sexo, al igual que el deporte, precisa de un esfuerzo físico por parte de sus practicantes. Un esfuerzo que, en ocasiones, puede traducirse en una lesión.
Uno de cada tres adultos se lesiona durante el sexo, según los datos del portal Meetville.

Los hematomas que se producen por caerse de la cama, golpes contra mobiliario, etc. suponen casi la mitad de las lesiones sexuales que hombres y mujeres sufren practicando sexo.

Los raspones y quemaduras son también bastante frecuentes debido a que, al estar desnudos, la piel sufre mucha fricción contra tejidos ásperos como pueda ser la alfombra

Sexualidad y discapacidad

Somos seres sexuados desde el mismo momento del nacimiento.
La sexualidad de las personas con diversidad funcional no es mejor ni peor que la de los demás.

La asistencia sexual es un acompañamiento que se brinda a personas con diversidad funcional, dentro de un clima de privacidad y confidencialidad, donde el eje no es la discapacidad sino la dignidad y la toma de decisiones

Derecho a recibir Educación Afectiva y Sexual en la familia y formación en los centros, colaborando familias y centros para que, por un lado, puedan aprender a defenderse de posibles abusos y a pedir ayuda cuando la necesiten