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realizată de cristian ferney castro bayona 7 luni în urmă

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Clasificación de los activos bajo las NIIF

En el marco de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), los activos de una empresa se clasifican principalmente en dos categorías: activos corrientes y activos fijos.

Clasificación de los activos bajo las NIIF

Clasificación de los activos bajo las NIIF

ACTVOS PUEDEN SER

ACTIVOS NO CORRIENTES MANTENIDOS
son conceptos contables importantes que reflejan la intención de una entidad de deshacerse de ciertos activos o actividades comerciales y proporcionan información relevante para la toma de decisiones de los usuarios de la información financiera.

Activos no corrientes mantenidos para la venta: Deben ser clasificados como activos no corrientes si se espera que estén disponibles para la venta dentro de un año. Se valoran al menor valor entre su valor contable y su valor razonable, menos los costos de venta.

Operaciones discontinuadas: Deben presentarse por separado en los estados financieros si han sido o serán discontinuadas y si representan una línea de negocio significativa.

ACTIVOS FIJOS
se refiere a aquellos bienes tangibles que una empresa posee con el propósito de usarlos en su operación a largo plazo y no con la intención de venderlos en el corto plazo

Propiedades, planta y equipo: Se presentan al costo menos la depreciación acumulada y las pérdidas por deterioro.

Activos intangibles: Se presentan al costo menos la amortización acumulada y las pérdidas por deterioro. Se pueden incluir activos como patentes, marcas registradas y derechos de autor.

Inversiones en subsidiarias, asociadas y negocios conjuntos: Se presentan al costo menos las pérdidas por deterioro. Se pueden incluir inversiones en empresas en las que se tiene control, influencia significativa o participación conjunta.

Activos financieros no corrientes: Se valoran al valor razonable y pueden incluir inversiones a largo plazo en bonos, acciones no cotizadas, entre otros.

ACTIVOS CORRIENTES
También conocido como activo circulante o activo a corto plazo, es un tipo de activo que se espera que se convierta en efectivo o se consuma durante el ciclo operativo normal de una empresa, generalmente dentro de un año desde la fecha del balance

Efectivo y equivalentes al efectivo: Deben ser presentados en el balance general a su valor razonable. Los equivalentes al efectivo son inversiones de alta liquidez que se pueden convertir rápidamente en efectivo.

Inversiones financieras a corto plazo: Se valoran al valor razonable y pueden incluir inversiones en instrumentos financieros como bonos y acciones negociables.

Cuentas por cobrar: Se presentan al valor razonable, que generalmente es el monto adeudado menos cualquier provisión por deterioro.

Inventarios: Se valoran al menor valor entre el costo y el valor neto realizable.

Activos financieros mantenidos para negociar: Se valoran al valor razonable con los cambios en el valor reconocidos en el estado de resultados.