realizată de Felipe Garrido 7 ani în urmă
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La nueva arquitectura
La nueva arquitectura, la nueva forma de satisfacer las necesidades del ser humano de una forma mas sostenible, viable, económica y sin desperdicio.
"Lo urgente de lo sostenible deberá lograr que la arquitectura de nuevo sea bella y eficiente como fue la edilicia de siempre en todas partes. Los nuevos profesionales, formados en las universidades deberán buscar que las técnicas apropiadas para una arquitectura sostenible los lleven a nuevas formas coherentes, en lugar de inventárselas caprichosamente como en la arquitectura espectáculo, o falsamente ecológicas como en mucha de la vendida como “verde”. Para principiar, lo construido debe durar mucho y ser fácilmente adaptable a nuevas distribuciones y usos, como también para su mantenimiento, remodelación a fondo, o el reciclaje final de sus materiales si es del caso. Y su construcción, uso y mantenimiento debe consumir el mínimo de agua y energía y generar el mínimo de contaminación, sobrantes, escombros y desperdicios". Benjamin Barney Caldas.
Rechazo cultural
La oposición de los consumidores hacia este tipo de inmuebles es una de las resistencias a las que los gestores de empresas de viviendas prefabricadas se han de enfrentar a diario. En este sentido, desde Modular Home indican que “la cultura española siempre ha estado unida a la idea de construcción contundente, duradera, con bajo mantenimiento y garantías”, lo que ha generado que los clientes asocien “por error y desconocimiento” este tipo de viviendas a casas destinadas a segundas residencias.
Por su parte, Navarro lamenta que en España a nivel de ventas este mercado se encuentre “a años luz” de otros países en los que las casas prefabricadas son una realidad “y no existen prejuicios negativos hacia las mismas”. “Todos estos prejuicios se deben en gran medida a las empresas low cost de casas prefabricadas, que ofrecen una calidad pésima y por tanto han aportado mala fama a la industria prefabricada”, critica.
Mantenimiento
El mercado dedicado a las viviendas prefabricadas es heterogéneo y el mantenimiento de cada inmueble difiere en función de cuáles son los materiales utilizados. Sin embargo, Antón y Granero señalan que si las viviendas “son de madera necesitan mucho más que las metálicas” y, a su vez, “estas más que las de hormigón”. Desde inHAUS también subrayan los altos costes de mantenimiento que se derivan de las viviendas de madera. De hecho, Navarro aconseja “huir de los sistemas de entramados ligeros, que es un eufemismo que usan algunas empresas para decir madera”.
En este sentido, recomienda declinar el uso de la madera para realizar una vivienda prefabricada, dado su alto coste en mantenimiento y los problemas que puede generar en un hogar. Asimismo, sostiene que también se deben rechazar las construcciones prefabricadas de hormigón visto, “puesto que su envejecimiento no es controlable y su mantenimiento, sobre todo en las juntas de silicona, es especialmente caro”.
Ubicación
La ubicación de una parcela es la principal clave que encarece su precio final. Ello se debe a que los espacios ubicados en terrenos urbanos presentan un valor notablemente alto, que hace encarecer el precio final de las viviendas prefabricadas. Por el contrario, las parcelas situadas en suelo rústico tienen un valor de tasación menor, pero implican otros costes a los clientes, como construir en ellas viviendas respetuosas con el medio ambiente y que sean armoniosas con el entorno, especialmente en lo relativo a las características de la arquitectura rural o tradicional de la zona en la que se halle.
De ahí que, como sostiene el arquitecto Alberto Esparza, sea importante “medir el gasto en la parcela y tener en mente el global de la inversión a realizar para no acabar construyendo una vivienda de baja calidad” o cuya estética no concuerde con los gustos de las personas que vayan a vivir en ella.
Financiación
Otra limitación que plantean las viviendas prefabricadas es su financiación. Así, como explican desde Obox, si bien en estos casos se suele acudir al crédito autopromotor, operación que se configura como una solución “muy parecida a la de las viviendas tradicionales”, desde esta empresa matizan que “en ocasiones hay que hipotecar primero el terreno para arrancar la obra e ir después al tradicional crédito hipotecario”.
En este sentido, Daniel Sot, miembro del despacho AOB Abogados, matiza que para realizar esta compraventa con éxito, los compradores han de contar con ahorros previos. De hecho, sostiene que cuando se pretende comprar un solar para destinarlo a la construcción de una vivienda prefabricada lo habitual es que el préstamo ofertado consista en conceder entre el 70% y el 80% del valor de tasación, aunque agrega que “el solar debe estar pagado o al menos no financiado por otra entidad”.
Trámites y legislación
Por último, las viviendas prefabricadas deben cumplir con el Código Técnico de la Edificación, como si de un inmueble convencional se tratara. Una particularidad que no distingue a estas construcciones de la obra tradicional y que puede hacer mermar el interés de aquellos usuarios que desean tener una casa lo más personal posible pero huyen de los trámites administrativos. En este sentido, Pereira recalca que “las licencias son iguales para todas las construcciones” y que en este caso, además, “deben cumplir con la normativa urbanística del terreno”.
Benedikt Hotze, consultor de comunicación para Bund Deutscher Architekten
(la asociación de arquitectos alemanes), muestra poco entusiasmo al ser preguntado por su opinión acerca de la impresión en 3D en el sector de la arquitectura. “La idea de imprimir viviendas de una sola pieza es una utopía; nunca va a ser posible. En cambio, sí será factible la fabricación de componentes de construcción por medios digitales, proceso que se llevará a cabo en las fábricas y, posteriormente, cada elemento se transportará al lugar correspondiente. Los ejemplos que vemos a menudo en China me parecen esfuerzos innecesarios cuyo único objetivo es llamar la atención”.
La profesora Jane Burry, de la Universidad de RMIT, explica: “La ventaja más importante de esta tecnología es la facilidad que ofrece para fabricar diseños personalizados, lo que fomentará la variedad en lugar de la fabricación masiva. Por eso, en RMIT estamos estudiando las posibilidades que ofrece la impresión con metal, así como la posibilidad de imprimir diseños de nodos estructurales hechos a medida para determinados puntos de la estructura de un edificio. Mediante la reducción de los materiales en el nodo, se puede reducir también el peso y la subestructura que sirve de apoyo para la construcción, lo que implica un ahorro de energía. Eso supondría un tremendo avance, ya que resulta muy costoso producir estas estructuras mediante otros medios, como es el caso de la fundición, y se podrían incluso imprimir piezas a medida para llevar a cabo reparaciones y restauraciones”.
Benedikt contempla el entusiasmo por las viviendas impresas con pragmatismo: “Me recuerda a los viajes espaciales tripulados: es factible, pero no necesario. Eso sí, a día de hoy, las campañas publicitarias del reloj Speedmaster de Omega siguen girando en torno al hecho de que estuvo en la luna”.
Sin embargo, tanto el estudio de arquitectura británico Foster & Partners como la Agencia Espacial Europea podrían estar en desacuerdo con Benedikt en cuanto a los viajes a la luna, ya que se están desarrollando ideas para la impresión 3D de una estación lunar, que forma parte de un proyecto conocido como Lunar Habitation
, el cual esperan tener finalizado en 2024.
Frank Lloyd Wright fue el primer arquitecto importante en comercializar casas industrializadas En 1911, Wright comenzó a diseñar casas que podrían construirse en módulos en una fábrica y ser ensamblados en el lugar de destino final de la casa, por lo que las viviendas serían más asequibles mediante la reducción de los costes laborales. Estas casas llevaban el sello inconfundible de la visión de Wright, diferenciándose de los hogares ofrecidos en el catálogo de Sears Roebuck and Co.
Otro arquitecto, Walter Gropius, tuvo una idea similar. En Weimar, Alemania, Gropius trabajó en varias viviendas prefabricadas diferentes para resolver los problemas de la escasez de viviendas durante la posguerra en Alemania . Modernas, casi Art-Deco en el diseño, las casas de Gropius influyeron no sólo en el desarrollo y diseño de casas prefabricadas, sino en toda la arquitectura de los años venideros.