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realizată de Cecilia Martínez 4 ani în urmă

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Organigrama

El proceso de duelo comprende varias etapas, siendo la aceptación la última y más difícil. Aceptar la pérdida implica reconocer que no hay retorno y que las dificultades son parte de la vida.

Organigrama

ETAPAS DE DUELO

ETAPA DE LA ACEPTACIÓN

Es el último paso del duelo. Nunca es fácil aceptar que lo que se perdió se perdió y no hay vuelta atrás. Tenemos la alternativa de no aceptar pero una vez llegados aquí nos damos cuenta de que si no lo hacemos el precio a pagar es muy alto. Llegar a este punto requiere de un gran trabajo. Se trata de aceptar que las piedras que vamos encontrando en la vida también forman parte del camino. Sentirse “uno más” es una manera de devolver el duelo a su lugar y trabajarlo como un aspecto más de la vida, de ese proceso en que reconocemos que también la pérdida forma parte de la vida, de la misma forma que perdemos juventud, relaciones, lugares, seres queridos.

El doliente acepta

La realidad de la pérdida física de su ser querido y busca readaptarse a un nuevo contexto en el que él ya no estará. Se trata de aprender a convivir con esta pérdida y crecer a través del conocimiento de nuestros sentimientos. Comenzamos a depositar nuestras energías en nuestras amistades y en nosotros mismos estableciendo una relación distinta con la persona fallecida.

La clave en el acompañamiento

Cada una de estas etapas será respetar los sentimientos del doliente sin presionarlo para que tenga una recuperación más rápida.

ETAPA DE LA DEPRESIÓN

La persona siente tristeza, incertidumbre ante el futuro, vacío y un profundo dolor. La persona se siente agotada y cualquier tarea se vuelve complicada. “La vida es una mierda”, “no seré feliz nunca”, “no encontraré a nadie igual” o “ya no volverá “ es lo que suele repetirse cuando la persona se está enfrentando a su dolor. Pero a pesar de que pueda pensar que esto no acabará nunca y que va a durar para siempre, la realidad es que solo desde este punto podrá volver a reconstruirse.

la atención del doliente

Se vuelve al presente surgiendo sentimientos de vacío y profundo dolor. Se suele mostrar impaciente ante tanto sufrimiento sintiendo un agotamiento físico y mental que lo lleva a dormir largas horas.

Es importante

Brindar un espacio en donde el doliente pueda encontrarse con su dolor sin sentirse invadido por los demás.

ETAPA DE LA NEGOCIACIÓN

Es el momento en que fantaseamos con la idea de revertir la situación, se puede llegar a pactar con quien haga falta hasta incluso con Dios prometiendo lo que sea necesario. Se buscan formas de hacer que lo inevitable no sea posible. Pero esta etapa es breve porque estar pensando todo el día en soluciones es realmente agotador.

Frase que resume esta etapa

Es ¿Qué hubiera sucedido si…? Nos quedamos en el pasado para intentar negociar nuestra salida de la herida mientras pensamos en lo maravillosa que sería la vida si éste ser querido estuviera con nosotros.

Importante

Los familiares deben dejar que el doliente se haga todas las preguntas que crea necesarias aún cuando percibimos cómo nuestro ser querido sufre diseñando diversas hipótesis sobre cómo hubiera podido evitar esta muerte.

ETAPA DEL ENOJO

El enojo en el duelo es la segunda etapa, luego de la negación. Transitar por esta etapa no sólo es normal sino necesario. Y si bien cada uno de nosotros experimentamos el duelo de diferentes maneras, pasar por el enojo es parte de sanar el dolor de la pérdida. La ira o el enojo es una reacción frente a la pérdida, cualquiera que sea su tipo; la persona que vive un duelo se enoja por la pérdida misma sin que necesariamente haya una persona que sea directamente objeto de su rabia.

Formas en las que se puede procesar

1.Escribe una carta en la que expreses tus sentimientos por la pérdida, dirigida al objeto de tu rabia. Si se te dificulta escribir, emplea otro tipo de manifestación artística que te permita expresar lo que sientes: pintura, música, baile, etc. 2.Si el arte no es lo tuyo, puedes tener diálogos internos con quienes sean motivos de tu dolor. 3.Practica algún tipo de ejercicio: incluso caminar 30 minutos de forma constante puede ayudarte. Recuerda que ejercicio nos ayuda a producir dopamina, una de las llamadas hormonas de la felicidad. 4.Otra manera de procesar la etapa del enojo es hablando con un amigo, una familia o persona de confianza, o bien con un especialista en salud emocional o tanatología.

Importancia

Las emociones no se controlan, las emociones aparecen, se sienten y se gestionan. Si intentamos ejercer un control severo sobre ellas, provocaremos la represión de las mismas, generando una tensión interna que buscará otro espacio por el que salir. A través del mecanismo de represión o de no escucha, a menudo se originan somatizaciones o la emoción termina manifestándose de una forma que no nos hace sentir bien, ya sea bruscamente o dirigida contra la persona que más cerca esté en ese momento.

ETAPA DE LA NEGACION

¿A qué se refiere?
La negación es un escalón inevitable que hay que atravesar y del que finalmente hay que salir para digerir la pérdida. Negar es una manera de decirle a la realidad que espere, que todavía no estamos preparados. El impacto de la noticia es tan fuerte que dejamos de escuchar, de entender, de pensar. Puede suceder que en un primer momento el bloqueo sea tan grande que no podamos ni sentir. La negación tiene el sentido de darnos una tregua. Hay quien niega la pérdida pero también hay quien aceptando precipitadamente la crudeza de la realidad lo que en realidad trata es de negar el dolor.

Herramientas claves

La escucha y la comunicación abierta

se manifiesta automáticamente

La manera que tiene cada uno de sentir, gestionar y relacionarse con sus emociones. Para elaborar el duelo del mejor modo posible, el doliente necesita dar espacio a esas emociones, sentirlas, estar con ellas.