Evolución de la retórica desde la Antigüedad Clásica hasta la actualidad

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Evolución de la retórica desde la Antigüedad Clásica hasta la actualidad

Retórica: Edad Media

Una visión esquemática de la retórica de este periodo debe reflejar la separación entre el arte oratoria como conjunto de medios destinados a inducir a la acción y la perspectiva de la expresión.

En la obra de doctrina cristiana, Agustín se pregunta como aplicar la retórica escolar en la predicación. Este recomienda el estilo humilde para la exégesis de los textos bíblicos y en general para la explicación de la doctrina cristiana.

La edad media hereda el conjunto de sistemas retóricos y poéticos greco-romanos como un bloque único.

Retórica Antigua

Oratoria y retórica en Roma

En Roma la retórica tiene influencia de Grecia, Cicerón habla acerca de esta y una obra retórica escrita en latín consolidó dos argumentos importantes a Cornificio y no a Cicerón como se había hecho.

El orador, según el precepto de Catón, debía ser un hombre probo y recto, hábil con la palabra; el dominio de la materia procuraba habilidades semejantes.

Estoicos

Se dieron diferentes tipos de estilos retóricos: el asiático (exuberante), el rodio (se caracterizó la escuela de elocuencia de Esquines) y el ático (conciso, lineal y elusivo)

Hermágoras dividió el ámbito de las competencias retóricas en tesis e hipótesis

Los estoicos, con Zenón como líder, tomaban la retórica como una parte de la lógica, cuya función es la de regular la exposición del discurso científico mediante una técnica rigurosa.

Lógica aristotélica

La tarea del teórico son los argumentos probatorios, no los artificiales.

Discurso

A quién se dirige

De qué habla

Quién habla

Retórica análoga a la dialéctica. Su función no es persuadir, sino encontrar los medios de persuasión para cualquier elemento.

Contra los sofistas: Platón

"La retórica es un conjunto de artificios, un engaño, la persuasión y manipulación, por lo que es una actividad estéril desde el punto de vista cognoscitivo".

Sin la dialéctica no puede existir ningún discurso que no sea útil o reprobable.

Se opone a la retórica a través de la dialéctica, como arte de discusión. Con Platón, la ciencia prevalece sobre la opinión y considera la retórica, no como una habilidad empírica.

Retórica de los sofistas

Se inspiraba en el relativismo, que aplicado a las ciencias humanas, significaba que solo en materia de los hechos opinables lo que cuenta es encontrar la razón más convincente.

Protágoras de Abdera, desarrolló la doctrina de la antítesis como idea-fuerza de la argumentación, mostrando como un mismo argumento puede tratarse de maneras opuestas.

Se dió en Atenas

Los orígenes: Retórica Antigua

Su técnica:

Basada en el razonamiento por antítesis (contraponer frases cuyos significados son diferentes) y la politropía (capacidad de encontrar diferentes tipos de discurso para diferentes tipos de auditorios).

No pretendía convencer de que un argumento era verdadero, a través de una técnica impecable, sino mediante la atracción que la palabra ejerce sobre los espectadores.

En Sicilia, se da la psicagogica (tipo de retórica) cuyas raices son los discursos pitagóricos.

Partían del principio: "lo que parece verdad cuenta mucho más que lo que es verdad".

En Siracusa, estaban dos tiranos: Gelón y su sucesor Gerón I que realizaban expropiaciones de terrenos para distribuir lotes a soldados mercenianos. En el 467 a. C, se derroca la tiranía y se busca reclamar las propiedades; sin embargo hacía falta un método y una técnica de codificación, tarea realizada por Córax y su discipulo Tisias, por lo que se consideran los fundadores de la retórica.

Retórica Occidental

Antes de revisar la retórica antigua, debemos investigar los inicios de la retórica occidental

En el mundo griego se relaciona con el desarrollo de la polis y la democracia. Al descubrimiento y reconocimiento del valor de la lengua.

Abarca testimonios antiquísimos: pregunta retórica de los consejeros y maestros del bien hablar, la obligación establecida por Solón de que los acusados debían defender ante los jueces su causa y el incremento de los logógrafos (encargados de redactar discursos forenses))

La retórica en la actualidad

Todo acto comunicativo tiene una intención y, siendo la argumentación una actividad cotidiana, necesaria en la existencia de todo individuo, requiere un dominio del lenguaje, verbal o no verbal, para lograr una interacción con los posibles oyentes o lectores en el contexto sociocultural en el que se esté.

En la actualidad, la argumentación, como núcleo de la nueva retórica, no se ocupa de hechos incuestionables, es decir, no es posible argumentar si no es evidente.

La comunicación persuasiva del siglo XXI ha establecido un nuevo modelo de actuación, en el que las campañas persuasivas de los medios de comunicación de masas y las redes sociales así lo demuestran.

Por tanto, la comunicación persuasiva invade la sociedad de la información y el avance de los medios y las redes sociales hacen cada vez más difícil marcar la frontera entre comunicación persuasiva y la comunicación que no pretende ningún cambio de actitud.

Posterior a la Edad Media

En el periodo humanista, la retórica, por su condición pragmática, desplaza a la dialéctica.

La contrapartida clásica de la retórica, la dialéctica, tuvo un desarrollo riguroso e independiente de la lógica.

En el siglo XIII, la retórica cristaliza en diversas artes: las de la verificación, de la epistemología y la de la predicación.

Todo arte tiene su origen.

La retórica no es la excepción, más aún, cuando su vínculo con el lenguaje es intransferible y este se consolida como el medio adecuado a través del cual convencer o persuadir se convierte en intención comunicativa.

Etimología

La retórica viene del latín rhētorica, a su vez del griego antiguo ῥητορική, que significa "arte de hablar en público".

¿Qué es la retórica?

La retórica es una disciplina que proporciona las herramientas y técnicas para expresarse de la mejor manera posible, de modo que tanto el lenguaje como el discurso sean los suficientemente eficaces para deleitar, persuadir o conmover.