El modelo argumentativo de Stephen Toulmin proporciona una estructura lógica para crear textos argumentativos más accesibles que los silogismos tradicionales de Aristóteles. Este modelo se compone de seis elementos:
Toda aseveración debe tener
fundamento en evidencias, que a
su vez deben estar respaldadas por
garantías. Esas garantías para que
tengan autoridad necesitan un
respaldo. Luego es necesario,
agregar inferencia sobre el grado
de certeza y asimismo debe
incluirse una reserva o condición
de refutación.
La excelencia de una
argumentación depende de:
Que la garantía tenga autoridad, sea
sólida, creíble y convincente, y para
eso se requiere del respaldo de
estudios realizados por expertos en
el tema o autoridades que aporten
pruebas, testimonios, estudios
estadísticos o datos que la validen. El
cualificador modal señalará el grado
de prueba o probabilidad de la
conclusión que se va a defender y la
reserva anticipará las posibles
objeciones o contraargumentos a esa
tesis.
Consiste en una estructura lógica que se emplea
para realizar un texto argumentativo. Toulmin
afirmaba que el esquema de los
silogismos—creado por Aristóteles— resulta
muy complejo para los textos y argumentos
cotidianos. Esto ocurre porque los silogismos
emplean dos premisas.
Es un modelo pragmático
compuesto por 6 pasos, que
sirve para planear, analizar y
valorar la calidad de los
argumentos
Se fundamenta en una lógica inductiva,
porque parte de lo particular para
arribar a conclusiones de carácter
general
Considera que un argumento
conforma una estructura con
complejos de datos,
evidencias o hechos
Para Toulmin el argumento es una
estructura compleja de datos, que
involucra un movimiento que parte
de una evidencia, para luego llegar
al establecimiento de una aserción
(causa, tesis, hipótesis. conclusión).
Por lo tanto, el paso de la evidencia
a la aserción es la prueba esencial
que demuestra que la línea
argumental se ha efectuado
exitosamente