Intervención nutricional en pacientes con TCA
Equipo
- Fernando Roa
- Diana Montejo
Referencias:
Intervención emocional
Utilizar el modelo de Prochaska: Precontemplación,contemplación, preparación, acción,mantenimiento, recaída
Precontemplación: Aumento de la percepción del paciente de los riesgos y problemas de su conducta actual.
Contemplación: Evoca las razones para cambiar y los riesgos de no cambiar; aumenta la autoeficacia para el cambio de la conducta actual.
Preparación: Ayuda al paciente a determinar el mejor curso de acción que hay que seguir para conseguir el cambio.
Acción: Ayuda al paciente a dar los pasos hacia el cambio.
Mantenimiento: Ayuda al paciente a identificar y utilizar las estrategias para prevenir una recaída.
Recaída: Ayuda al paciente a renovar el proceso de contemplación, determinación, y acción sin que aparezca un bloqueo o una desmoralización debidos a la recaída.
Suplementación
Suplementos hipercalóricos, calcio si hay rechazo a productos lácteos, hierro en pacientes vegetarianos y con ejercicio excesivo, zinc en ingesta escasa de carne, tiamina y ácido fólico si hay problemas con abuso de alcohol
Requerimientos nutricionales
Fase de mantenimiento de peso
Adultos: 40-60 kcal/kg/día y niños en periodo de crecimiento administrar de 40-60 kcal/kg/día igualmente. Incremento semanal 500g (Evitar ganancias de 700g por semana)
Micronutrientes: Complemento multivitamínico con minerales, exceptuando el hierro. Determinar la necesidad de utilizar complementos de tiamina durante el restablecimiento de peso
Macronutrientes: Proteínas 15-20% de las calorías. HC del 50-55% y Lípidos 30% de las calorías incluyendo fuente de ácidos grasos esenciales
Introducción de alimentos
El primer paso será conseguir una realimentación, animar a la persona a controlar su alimentación, introduciendo gradualmente los alimentos rechazados, preferible recurrir a alimentos cocidos, a la plancha y la supresión de aliños en las ensaladas,restringir los alimentos ricos en fibra, porque aumentan la sensación de saciedad, hacer de cuatro a cinco comidas al día, sin saltarse ninguna y con un horario regular.