av Lizsa Lóp för 9 årar sedan
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Internet es utilizada como una herramienta para la organización y coordinación de acciones colectivas convencionales que terminan materializándose en el espacio físico.
"Internet no es sólo un medio o entorno de comunicación, sino que se convierte en un objeto o entorno de acción” (Wray, 1999)."
Las campañas y acciones de protesta cuyo único escenario es la propia red Internet. Estas acciones desvinculadas del mundo físico son ampliamente utilizadas por movimientos relacionados con Internet ya que sus activistas consideran el ciberespacio como el objeto y el campo predilecto de sus reivindicaciones.
Internet permite participar, de forma virtual, en una acción convencional sin estar presente en el espacio físico en el que se desarrolla. Esto, por una parte, permite participar en la protesta a personas que por una u otra circunstancia no pueden acudir a la misma o prefieren participar a través de la Red, por otra, amplifica el impacto de la acción complementándola y dotándola de variedad en el repertorio. Sentadas virtuales o Netstrike"
Se emplea la Red para organizar y coordinar acciones convencionales que tienen lugar en el espacio físico como manifestaciones, sentadas, bloqueos, etc.
Un criterio clásico de clasificación de las formas de acción colectiva es el que define su grado de violencia, disrupción o institucionalización.
El envío masivo de mensajes de protesta sin utilizar herramientas de automatización ni concentrar los envíos en un corto periodo de tiempo con el objetivo de bloquear el servidor puede resultar incómodo para los destinatarios pero en todo caso es una acción que utiliza los canales y las formas establecidas.
Las acciones convencionales en la Red pueden definirse como aquellas que utilizan los cauces establecidos de participación aunque su objetivo sea igualmente el bloqueo de los sistemas atacados.
La disrupción no destructiva incluiría aquellas acciones que causan un daño temporal y reversible a los sistemas atacados o que utilizan métodos legítimos y legales para su realización.
La disrupción destructiva comprendería acciones con un claro objetivo de perjudicar de
forma permanente y grave a los sistemas informáticos atacados.
Detrás de una ciberprotesta existen personas reales que manifiestan sus reivindicaciones. Sucede igual que en una relación social o personal a través de Internet, el hecho de utilizar Internet como medio de interacción no significa que los deseos, sentimientos o ideas expresados no sean reales ni que no lo sean la relación de amor, amistad o compañerismo entre las personas físicas que se relacionan en la Red.
Stefan Wray denomina de forma general como “política de acción directa extraparlamentaria en red” a diversas formas de acción colectiva basadas en el uso de Internet y que comparten diferentes grados de disrupción.
“Los hacktivistas son activistas políticos y sociales que usan herramientas hacker para protestar en Internet” (Vicente; 2004).
Los hacktivistas se diferencian de los hackers por utilizar sus técnicas para fines políticos.
La desobediencia civil electrónica se enmarca en la tradición de la desobediencia civil y la acción directa pacífica, adaptando prácticas como la ocupación o el bloqueo físicos al entorno de la Red.
La infoguerra de base sería una intensificación del activismo informatizado descrito anteriormente. Una guerra de propaganda a través de la Red.
El activismo informatizado de Wray es el uso de Internet como medio de comunicación, sin llegar a considerarlo como un objeto o entorno de acción, por parte de los movimientos
sociales.