Una clínica veterinaria enfrenta varios desafíos que afectan su operatividad y satisfacción del cliente. La constante demanda de servicios, con interacciones continuas y la necesidad de fidelizar a los clientes, choca con una atención insuficiente, evidenciada por colapsos en el área de espera y la insatisfacción de los clientes que buscan servicios en otros lugares.