En la mitología mexica, se veneraba a una amplia gama de deidades, cada una asociada con distintos aspectos de la vida y la naturaleza. Entre los dioses más prominentes se encontraban Quetzalcóatl, el dios de la vida, la luz y la sabiduría; Tlaloc, el dios de la lluvia, los rayos y los truenos; y Huitzilopochtli, el dios de la guerra y señor del sol.