Adoptar una vida saludable implica incorporar hábitos positivos en diferentes aspectos de la vida cotidiana. Es fundamental respetar a los demás, valorar la verdad y ser espontáneo y sincero en nuestras interacciones.
- Perder 20 kilos sería un cambio de vida, beber ocho vasos de agua al día es un nuevo estilo de vida.
- Publicar tu primer libro sería un cambio de vida, escribir dos cuartillas todos los días es un nuevo estilo de vida.
- Correr un maratón sería un cambio de vida, correr tres veces a la semana es un nuevo estilo de vida.
- Ganar $100,000 más al año sería un cambio de vida, trabajar cinco horas extra a la semana como freelancer es un nuevo estilo de vida.
He aquí algunos ejemplos de buenos hábitos cotidianos:
Decir buenos días.
Decir buenas noches.
Pedir permiso.
Escuchar a los demás cuando hablan.
Aceptar un no como respuesta.
Aprender a que postergar algo no significa renunciar a ello para siempre.
Tener horarios para alimentarse.
Tener horarios para dormir.
Tener horarios para jugar.
Compartir espacios en familia.
Si tienen abuelos ofrecerles la posibilidad de integrarlos a la vida familiar aunque sea ocasionalmente.
No gritarse, no faltarse al respeto y no pegar.
no comer comida chatarra
papas fritas
hamburgesas
La importancia de respetar a los demás.
El valor de la verdad.
El valor de la espontaneidad y sinceridad.
El amor para decir algo que puede que no nos guste.
El acompañamiento incondicional a los hijos.
el juego y el deporte son aliados imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo. Una hora de actividad física moderada al día mejora sensiblemente el índice de masa corporal (relación entre peso y estatura) de los niños, incrementa su rendimiento escolar e incluso su estado de ánimo.