da Juan Esteban Zea Tirado manca 1 anno
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Está compuesto por:
Proceso de características, el cual se establece de la siguiente manera:
Por una estructura modular, integra capacidades, contenidos, teoría, practica, actividades y evaluación; implica conocimientos, actitudes valores, destrezas, motivaciones y habilidades.
Proceso del enfoque por las teorías, el cual consiste en:
Aprendizaje por descubrimiento, aprendizaje significativo, socio constructivismo y constructivismo
Formación integral
Que abarca conocimientos establecidas como capacidades cognoscitivas, habilidades conocidas como la capacidad censo motriz; destrezas: actitudes y valores.
El diseño curricular orientado a la empleabilidad y al aseguramiento de la calidad, según Letelier y Sandoval (2010) requiere de los siguientes elementos:
un Modelo:
Es la especificación y organización de requisitos mínimos para definir un currículo basado en el concepto de Aseguramiento de la Calidad.
El aseguramiento de la calidad:
Obliga a las instituciones de educación superior a ser lo más pertinentes posible en el desarrollo de las actividades universitarias. Si el enfoque basado en competencias resulta más pertinente para la formación de los estudiantes, habrá que optar por éste; en caso contrario, se debe buscar, analizar y seleccionar otro enfoque que resulte pertinente y acorde con las necesidades formativas de cada universidad.
La Orientación a la empleabilidad
Un modelo donde el diseño e implementación del currículo está orientado a cubrir las necesidades del medio externo, que responde a los desafíos profesionales en el marco de la situación socioeconómica del país. La Formación por competencias: está concebida como aquella que se orienta a formar efectivamente capacidades de relevancia laboral en los estudiantes, cuando las condiciones de la institución o la carrera/programa
Según los siguientes autores consiste en:
González y Arciniegas (2016) definen a la calidad como: «grado en que un conjunto de características inherentes cumple con unos requisitos» (p. 21).
Wattíez y Quiñonez (2007) definen las competencias como: «Capacidades que todo ser humano necesita resolver, de manera eficaz y autónoma, en las situaciones de la vida. Se fundamenta en un ser profundo, no sólo saber qué y saber cómo, sino saber ser persona en un mundo complejo cambiante y competitivo» (p. 39).
Machado y Montes (2020) la formación por competencias es uno de los pilares para avanzar en el cumplimiento de los objetivos de cualquier proceso que involucre la formación de profesionales para enfrentar los retos presentes y futuros de la sociedad a la cual se enfrentarán mediante el trabajo.
Según Machado y Montes (2020) la formación por competencias es uno de los pilares para avanzar en el cumplimiento de los objetivos de cualquier proceso que involucre la formación de profesionales para enfrentar los retos presentes y futuros de la sociedad a la cual se enfrentarán mediante el trabajo
Según Cejas, Rueda, Cayo, Villa (2019) La formación por competencias es un proceso de enseñanza y aprendizaje que está orientado a las personas con el fin de adquirir habilidades, conocimientos y actitudes para un desempeño idóneo. (p. 94)
En conclusión, según Alamillo (2015) podemos decir: el hablar sobre la calidad educativa es un tema que abarca muchos aspectos desde la organización del sistema educativo, la administración directiva, planeación docente, los alumnos, padres de familia, contexto escolar entre otros. Además, tiene que ver con un sistema de valores, ejercidos por los principales actores: estudiantes y profesores, los padres y la propia sociedad.
Según Mederos (2016) La formación de competencias para la vida es el resultado de una educación de calidad que prepara a los alumnos para asumir los retos de un mundo que avanza rápidamente, donde la equidad e igualdad de oportunidades deben constituir premisas de la educación; formarlas, es un reto que asumen los maestros (p. 129).
Según Aldana de Becerra y Ruiz (2010) «la competencia es una estructura mental implícita y genéticamente determinada, que se activa en la acción específica» (p. 14).
Desde el enfoque de la sociedad del conocimiento que está inmersa la educación las competencias según Almerich, Suárez, Díaz y Orellana (2020) se componen de competencias de alta habilidad (capacidades de pensamiento superior y competencias de trabajo en equipo) y competencias en TIC (tecnológicas, pedagógicas y éticas).
Desde el enfoque de la sociedad del conocimiento que está inmersa la educación las competencias según Almerich, Suárez, Díaz y Orellana (2020) se componen de competencias de alta habilidad (capacidades de pensamiento superior y competencias de trabajo en equipo) y competencias en TIC (tecnológicas, pedagógicas y éticas)
Según Zúñiga, Poblete y Vega (2010) define como: «la capacidad de movilizar y aplicar correctamente en un entorno laboral determinado, recursos propios (habilidades, conocimientos y actitudes) y recursos del entorno para producir un resultado definido» (p. 38)
En donde se tiene en cuenta que:
Parafraseando a Salas (2005) manifiesta que: el enfoque de competencias es una razón muy importante para repensar la educación superior y manifiesta que es necesario tomar en cuenta las implicaciones curriculares, didácticas y evaluativas.
El currículo por competencias debe ser elaborado sobre núcleos problemáticos al que se integran varias disciplinas, y el desarrolla se realiza en base a procesos y no por contenidos.
Al respecto González y Zurita (2010) manifiesta que: «El propósito específico de usar competencias en el diseño curricular para el desarrollo de las condiciones de empleabilidad es aumentar la posibilidad de transformar las experiencias de aprendizaje en resultados organizacionales basados en desempeños» (p. 23).
En conclusión, la implementación de la formación por competencias conlleva a una transformación radical en la educación superior, así como también conlleva los cambios en la forma de realizar docencia, para lo cual se requiere de nuevas metodologías para transferir el conocimiento a los estudiantes.
Manifestada por varios autores de la siguiente forma:
Cabrera (2005), en Latinoamérica se ha establecido: La calidad como excelencia fundamentada en la educación tradicional, la cual equivale graduar estudiantes sobresalientes, la calidad como respuesta a los requerimientos del medio, determinada por la pertinencia.
Según (Vargas Quiñones & Aldana de Vega, 2007) la define «La calidad y el servicio acompaña al hombre en todo su quehacer desde el inicio de la vida»
Según Cantú (2011) define la: «calidad abarca todas las cualidades con que cuenta un servicio para ser de utilidad a quien lo emplea»
Según Nava (2006) «La calidad constituye una función integral de toda institución»
Según Quintana (2018) manifiesta que: «Esta falta de definición sobre calidad educativas es percibida por diferentes autores como un riesgo de confusión que se manifiesta como obstáculo en múltiples aspectos de la vida escolar» (p. 4).
Bodero (2014) la calidad educativa deriva los siguientes hechos: La educación es una realidad compleja en sí misma, ya que afecta a la totalidad del ser humano, los procesos mentales de aprendizaje no son evidentes, el educador es un ser libre y el motivo último de su comportamiento es siempre su propia decisión.
Según Clavijo y Balaguera (2020) manifiestan que: «la educación superior de calidad es fundamental para disminuir las diferencias sociales y los altos márgenes de pobreza, que afectan a los países en vía de desarrollo» (p. 128).
Comprende lo siguiente:
Según Zúñiga, Poblete y Vega (2010) es: Es generar en una institución educativa un claro liderazgo y trabajo en equipo que gestione con calidad el aprendizaje, con base en un proyecto educativo institucional compartido por toda la comunidad educativa, con estrategias de impacto que promuevan la formación integral de los estudiantes (finalidad), y dentro de ésta el desarrollo y fortalecimiento del proyecto ético de vida, el compromiso con los retos de la humanidad, la vocación investigadora y la idoneidad profesional mediante competencias genéricas y específicas» (p. 34).
Desde el enfoque de la educación de calidad, según Zúñiga, Poblete y Vega (2010) describen que: «las instituciones deben decidir construir y consensuar un concepto de calidad. Esta construcción es necesaria que sea adoptada y compartida y atraviese el quehacer de las funciones esenciales, en este caso, la docencia, investigación, gestión y vinculación» (p. 33).
Según González y Arciniegas (2016) define el Aseguramiento de la Calidad como: Conjunto de actividades planeadas y sistemáticas implantadas dentro del Sistema de Calidad, y demostradas según se requiera para proporcionar confianza adecuada de que un producto o servicio cumplirá los requisitos para la calidad, satisface los requisitos dados para la calidad, los cuales deben estar sustentados en la satisfacción de las expectativas de los clientes (pp. 35).
Según Zúñiga, Poblete y Vega (2010) La gestión de la calidad «implica reformar los procesos académicos en las universidades de manera que las ofertas de formación respondan a los cambios y avances sociales, tecnológicos y profesionales (…) el propósito de formar personas capaces de afrontar retos que plantea la sociedad actual» (p. 34).
El diseño curricular se establece una dimensión del currículo el cual evidencia la metodología, las acciones y el resultado del diagnóstico, modelación, estructuración, y organización de los proyectos curriculares de calidad, los cuales deben cumplir con exigencias desde la perspectiva del aseguramiento de la calidad.
Comprendiendo los siguientes argumentos:
Según González, Herrera y Zurita (2010)
Manifiesta que «La formación basada en competencias podría constituirse en el puente entre el paradigma tradicional que depende de los créditos expresados en horas que miden el logro de retención de contenidos y la revolución en el aprendizaje que mide sus resultados» (p. 16).
Define a las competencias como: «una combinación entre destrezas, habilidades y conocimiento necesarios para desempeñar una tarea específica» (p. 19).
Teniendo en cuenta que:
«La combinación de habilidades, destrezas y conocimientos necesarios para desempeñar una tarea específica, una competencia incluye tanto medios como un fin. Los medios son el conocimiento, las habilidades y destrezas y el fin es desempeñar efectivamente las actividades o tareas o cumplir con los estándares de una ocupación determinada. Sin un fin, el término competencia pierde su verdadero significado» (p. 23).
Según (Centro Interuniversitario de Desarrollo - CINDA, 2010), se deben cumplir con los siguientes requerimientos:
«Consistencia entre el perfil de egreso y los objetivos sociales de la carrera, consistencia entre el currículo y el logro del perfil de egreso, contar con los medios económicos y administrativos para realizar la docencia, por competencias y disponer de formas de evaluación curricular preestablecidas para verificar el logro de las competencias» (p. 12).