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da DIANA KAREN ALARCON HERNANDEZ mancano 2 anni

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Modelo de atención integral de la salud a población No derechohabiente

La atención sanitaria en México enfrenta desafíos significativos debido a la insuficiencia de recursos humanos y materiales, así como al envejecimiento de la población. Estos factores revelan la necesidad urgente de ampliar y mejorar la capacidad de los servicios de salud para atender a la población de manera universal y gratuita.

Modelo de atención integral de la salud a población No derechohabiente

INTEGRANTES DEL EQUIPO:

Diana Karen Alarcón Hernández Leonor Hernandez Alcocer Flavio Cesar Guzman Herrera Grupo: 402 T.M

Modelo de atención integral de la salud a población No derechohabiente

Visión de mediano plazo del sistema de salud de México

Es necesaria una evolución del sistema nacional de salud que apunte a la integración del trabajo entre las instituciones públicas prestadoras de servicios. Esta es una meta compleja posible de visualizar solo en el mediano plazo, dadas las diferencias de todo tipo existente entre las instituciones y la complejidad de las transformaciones que deben realizarse.

Principios organizativos del Modelo de Salud para el Bienestar

Coordinación intersectorial. Es la acción técnica y política coordinada entre diversos actores gubernamentales y sociales, la comunidad y los trabajadores de la salud,
Financiamiento adecuado. El esquema de financiamiento del Modelo SABI debe asegurar oportunidad, calidad, equidad, eficiencia y sostenibilidad de las acciones de salud.
Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS).En las RISS se garantizan los cuidados a la salud en el nivel de atención que se requiera, hasta la resolución de los padecimientos de las personas.
Equipos Interdisciplinarios a nivel local. En el centro del Modelo SABI está la constitución y el funcionamiento de equipos interdisciplinarios a nivel local, compuesto por personal médico, de enfermería y gestor comunitario de APS, a los cuales se les denomina Equipos de Salud para el Bienestar (ESB).
Interculturalidad. Contribuir al reconocimiento de las poblaciones autóctonas y mantener una política de respeto a los distintos grupos étnico-culturales y sus maneras de entender la salud y el uso de los servicios de atención.
Enfoque de género. Considerar en la estructura y funcionamiento de las unidades y en la labor del personal de salud las diferencias de necesidades y problemática sanitaria que tienen las mujeres y los hombres, tanto en lo biológico como condicionadas por los patrones sociales y culturales prevalentes en cada región.
Equitativo. Conseguir mayor equidad de la población en los beneficios que recibe del sistema de salud, superando las diferencias dictadas por la segmentación del acceso de la población a la atención de salud a través de diferentes instituciones públicas, como también eliminando las desigualdades determinadas por el estigma o cualquier forma de discriminación hacia las personas relacionada con la raza, etnia, condición social, orientación sexual u otra.
Calidad. Dirigido a asegurar que cada paciente reciba el conjunto de servicios diagnósticos y terapéuticos más adecuados para una atención sanitaria optima.
Eficiente y eficaz. Relacionado con el uso óptimo de los recursos humanos, materiales y financieros disponibles, logrando los mayores alcances posibles en término de protección y cuidado de la salud.
Centrado en las personas. Comprensión y organización de la atención de salud basada en los requerimientos.
Acceso universal garantizado. Referido a la activa identificación y remoción de todo obstáculo geográfico, social, financiero, cultural, organizacional, de género o identidad.
Integral. Identificado con la concepción biopsicosocial de la salud, la prestación de los servicios de salud.

El Modelo de Salud para el Bienestar (SABI) dirigido a las personas sin seguridad social

En 2019, alrededor de 69 millones de personas carecían de acceso a la seguridad social, colocándolos en situación de vulnerabilidad que, en materia de salud, se abordó en los últimos años con el denominado Sistema de Protección Social en Salud (SPSS) y su brazo operativo el Seguro Popular (SP), complementado para los menores de 5 años con el Seguro Médico Siglo XXI (antes Nueva Generación).
En este contexto de impostergable transformación institucional es que surge el Modelo SABI que, expresado concisamente, es el esquema de cuidados integrales que se impulsa en los servicios públicos de salud dirigidos a la población sin seguridad social, fijando la organización de los servicios y el proceder general para llevar a cabo las labores de promoción de la salud, prevención de enfermedades, mejoría y recuperación de la salud, incluyendo el trabajo intersectorial y comunitario necesario para potenciar el bienestar individual y colectivo actuando sobre los procesos de determinación social y ambiental de la salud.
El principio rector del Modelo SABI, basado en la APS y dirigido a la población sin seguridad social, es el reconocimiento pleno de que la protección de la salud es un derecho de todas y todos los mexicanos por mandato constitucional y que el Estado asume la responsabilidad de garantizarlo.

El INSABI es el encargado de impulsar el Modelo SABI en todo el país.

En las últimas décadas, la Secretaría de Salud ha definido varios modelos de atención para la población sin seguridad social (MASPA, MIDAS, MAI).

Elementos estructurales del Modelo SABI.

Cada ESB está compuesto por un médico general o especialista en salud familiar, personal de enfermería y un gestor comunitario de APS. Se suman voluntarios de la comunidad, quienes apoyan en las labores de promoción de la salud y el fomento de la participación comunitaria en la gestión de salud.

Los recursos para la atención a la población.

Los recursos humanos y materiales insuficientes, junto con la evidencia de envejecimiento de la población y el desafío operacional de atender la compleja trama epidemiológica del país de manera universal y gratuita, son reveladores de la enorme carga asistencial y lo impostergable que resulta ampliar y mejorar las capacidades resolutivas de los servicios de salud.
En 2019, el sistema público de salud contabilizó más 28 mil unidades de atención ambulatoria y 4,600 hospitales, con 123 mil camas, 355 mil enfermeras y más de 314 mil médicos en activo. Los mismos se consideran insuficientes para cubrir con eficacia a la población sin seguridad social y a los derechohabientes de esas instituciones (Gobierno de México/SS/SIDSS, 2019).

La salud de la población.

El feminicidio y la violencia contra las mujeres son graves problemas de salud pública, que exigen de la acción inmediata de toda la sociedad. No se cuenta con buena información sobre la prevalencia de psicosis y demencias.
El embarazo en adolescentes es un problema social y de salud que reduce oportunidades de desarrollo personal. Actualmente, la cuarta parte de los nacimientos son hijos de mujeres adolescentes.
Entre las enfermedades infecciosas con impacto en la morbilidad y mortalidad destacan las infecciones respiratorias agudas. La influenza es la causa más común y cada año aflige a la tercera parte de la población mundial (OPS, 2018).
La obesidad y el consumo inadecuado de alimentos tiene mayor prevalencia en las áreas urbanas y en el nivel socioeconómico más alto. La prevención y control del sobrepeso y la obesidad requiere de urgente atención colectiva.
En los últimos diez años, las primeras causas de muerte general se vinculan con los padecimientos crónicos no transmisibles, como la diabetes mellitus, el sobrepeso y la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, neurovasculares y la hipertensión arterial,
Al igual que otros países de ingreso medio, México muestra una clara tendencia al envejecimiento de la población y enfrenta un conjunto amplio de problemas de salud en el que coexisten enfermedades crónicas no transmisibles, enfermedades transmisibles y lesiones, además de problemas complejos como la salud mental, los accidentes, las adicciones y la violencia, vinculados con la persistencia de desigualdades, descomposición del tejido social y la insuficiente protección de importantes segmentos poblacionales.

El personal de enfermería.

El desarrollo de la APS demanda personal de enfermería preparado para trabajar en las unidades de primer nivel de áreas rurales y urbanas, con las habilidades necesarias para brindar cuidados de calidad privilegiando el enfoque preventivo y de promoción de la salud.
Entre las responsabilidades a cumplir por el personal de enfermería, se encuentran las siguientes:
Preparar y esterilizar el material de curación, equipo, instrumental y ropa para la atención de los pacientes.
Colaborar en el ASIS de la población, en la preparación de los planes y eldesarrollo de las acciones de salud
Apoyar la entrega y la vigilancia del uso de las Cartillas Nacionales de Salud, la conservación, el manejo y la aplicación de productos biológicos con apego a lo normado para la red de frio y cumplir un importante papel operacional en las actividades de vacunación.
Participar en las labores interprofesionales junto con el personal médico y otros trabajadores aplicando el enfoque de curso de vida
Apoyar en el control y la entrega de medicamentos a los pacientes.