Durante la adolescencia, el trastorno disocial se manifiesta a través de conductas agresivas y antisociales, influenciadas por diversos factores contextuales, individuales y familiares.
Ser víctima de abuso o negligencia (físico, emocional o sexual)
Dificultades de
aprendizaje
Patrón de amenazas / maltrato a otros
Experiencias de humillación o rechazo
Modelo atribucional externo
Acceso a armas
Pobres habilidades sociales
Pobres destrezas en manejo de conflictos-ataques de ira.
Conductas para el diagnóstico del Trastorno Disocial
Violaciones graves de las
normas
Suele hacer novillos en la
escuela, iniciando esta práctica antes de los 13 años de edad.
Se ha escapado de casa durante la noche por lo menos dos veces, viviendo en la casa de los padres o en un hogar sustitutivo, o sólo una vez sin regresar durante largo período de tiempo.
A menudo permanece fuera de
casa de noche a pesar de las prohibiciones paternas, iniciando este comportamiento antes de los 13 años de edad.
Fraudulencia o robo
Ha robado objetos de valor sin enfrentamiento con la víctima.
A menudo miente para obtener favores o bienes o para evitar obligaciones.
Ha violentado el hogar, la casa o el automóvil de otras personas
Destrucción de la
propiedad
Ha destruido de liberadamente propiedades de otras personas
Ha provocado deliberadamente incendios con la
intención de causar daños graves.
Agresión a personas y
animales
Ha robado,
enfrentándose a la
víctima.
Ha manifestado
crueldad física contra
personas o animales.
A menudo inicia peleas
A menudo fanfarronea,
amenaza o intimida a
otros
relacionado contra con las normas
socialmente establecidas para el desarrollo de una convivencia adecuada.
caracterizado por la violación sistemática de los derechos básicos de los demás o de las normas sociales que son
esperables según la edad del niño