by Anggy Paola JAIMES ALMEYDA 4 years ago
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Principales tipos de autoinforme los cuestionarios, inventarios y escalas de adjetivos el autorregistro (con sus técnicas afines) las técnicas de pensamiento-en-voz-alta la entrevista la autobiografía Algunas cuestiones sobre la calidad de los autoinforme puede deducirse que es prácticamente imposible hablar —en general— de la «bondad», o calidad, de los autoinformes (es decir, de características tales como exactitud, fiabilidad, validez y utilidad).
Escalas de apreciación Las escalas de apreciación son útiles a la hora de tener una primera aproximación cuantificada de la/s conducta/s problemática/s y adaptativa/s de un sujeto, como también lo son otras opiniones que personas allegadas o jueces tengan sobre él. También son útiles a la hora de tener datos sobre la validación social de un determinado tratamiento; es decir, cuando se trata de conocer si una intervención psicológica ha surtido efectos según los agentes sociales.
Subtopic
Muestreo (¿cuándo y/o a quién observar?) Una de las tareas que ha de emprender el observador sea establecer no sólo qué observar, sino cuándo y cómo ha de hacerlo. Lo que tratamos con todo ello es de obtener muestras significativas y representativas de los eventos observados, según las unidades de medida (ocurrencia, frecuencia, duración, etc.) previamente seleccionadas.
Muestreo de tiempo La observación comprende una serie de tiempos: 1. Durante cuánto tiempo va a observarse. 2. Cuántas sesiones van a realizarse. 3. Con qué periodicidad. 4. Con qué intervalos observación/registro (en su caso). Lugar de la observación (¿dónde observar?) se está haciendo referencia a aquella que se produce en la situación natural. No cabe duda de que el objeto prioritario del método observacional es el de recoger datos sobre la conducta en el lugar habitual donde ésta ocurre. Garantías científicas de la observación la observación ha de presentar una serie de garantías que prueben su valor científico. Tales garantías son las de fiabilidad, validez y/o exactitud de lo observado. Es decir, aquí, como en cualquier otra técnica de medición, son relevantes las cuestiones siguientes: ¿hasta qué punto los datos de la observación son objetivos?, ¿en qué medida los registros procedentes de unos determinados períodos y situaciones son generalizables a otros momentos y otros ambientes?, ¿hasta qué punto lo que se observa representa todo lo que se desea o se supone es observado?, etc.
Los modos concretos en que la información va a ser solicitada se basan en dos decisiones que el entrevistador debe adoptar: el grado de estructuración de las preguntas y las respuestas y el estilo o grado de dirección que va asumir en la interacción. La elección de cualquiera de los formatos de preguntas y respuestas o la elección de una determinada combinación de estructuración-no estructuración dependerá de criterios relacionados con el objetivo de la entrevista, con la exigencia de precisión previamente establecida, con el tipo de interacción que se desee establecer y con el momento y contenidos que se están indagando.
LA ENTREVISTA EN LA COMPROBACIÓN DE HIPÓTESIS
La entrevista se utiliza preferentemente para la comprobación de las hipótesis basadas en el supuesto de cuantificación y en el supuesto de semejanza y, en menor medida, para la comprobación de las hipótesis funcionales, si bien existen algunas aplicaciones, como las categorías funcionales de análisis.
LA COMPROBACIÓN DEL AJUSTE AL CRITERIO
En este punto, el objetivo de la entrevista, en un proceso de selección, es contribuir a garantizar ese ajuste entre una persona y un proyecto, una línea de actuación o un puesto de trabajo. Esto significa que la entrevista debe añadir a los resultados previos seguridad en la selección, confirmando las características deseadas y comprobando que no existen otras características no deseadas asociadas al perfil. Algunos de los contenidos más frecuentemente presentes en estas entrevistas son: 1. Los puntos débiles de los candidatos preseleccionados. 2. La capacidad de interacción social. 3. El esfuerzo adicional que un candidato está dispuesto a hacer en términos de disponibilidad o movilidad. 4. La observación general del comportamiento.
LA ENTREVISTA EN LA COMUNICACIÓN DE RESULTADOS
El informe se suele presentar al cliente en situación interactiva, y esto requiere una planificación preferentemente dirigida por el orden y la claridad en la que es recomendable, en primer lugar, recordar los, motivos de la consulta, en segundo lugar exponer las alternativas evaluativas que se han elegido y, por último, plasmar los resultados.
EL ENTREVISTADOR
Es el responsable de dirigir y controlar los aspectos que forman parte de las secuencias complejas del comportamiento interactivo, es decir, de conocer y controlar los comportamientos verbales y no verbales, de manejar la información procedente de estos dos canales y controlar la distribución de roles.
EL ENTREVISTADO
En relación con el entrevistado es especialmente relevante su disposición a facilitar la información requerida y el tipo de elaboración que, previsiblemente, requieren las respuestas.