El liderazgo ético se fundamenta en la práctica diaria de ciertos principios y valores, destacando la justicia, moderación, fortaleza y prudencia. Estos pilares son esenciales para guiar cualquier organización o unidad de negocio con integridad.
Para ejercer un auténtico liderazgo ético es preciso ejercer con pleno convencimiento las llamadas siete claves "C", a saber:
Carácter
Voluntad y hábitos
Coraje
Saber decir "NO"
Credibilidad
Coherencia y confianza
Comunicación
Claro y conciso
Conocimiento
Competencia y capacidad
Compromiso
Trabajo y organización
Comprensión
Facilitar y apoyar
Sus tres "H" que convierte en verdaderos líderes éticos
Humor
Humildad
Honestidad
El liderazgo ético es una cuestión de cada día, lo ejercen personas que, con su trabajo diario, se han puesto al frente de una empresa o de una unidad de negocio y lo define su actitud, sus hábitos y su manera de trabajar