av Darly Ibarra Rodriguez 7 år siden
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EL SUSTENTO POLITICO DE LOS SISTEMAS CULTURALES
utilización estratégica del concepto de cultura, en particular en el mundo de las empresas de negocios” (Etkin, 2000, p. 223).
Vemos de manera organizada nuestro pensamiento y la realidad. Somos capaces de controlar y gestionar el pensamiento. Este sombrero llama a los otros, define los temas a los que ha de dirigirse el pensamiento. Con este sombrero llegaremos a las conclusiones y determinaremos la acción a desarrollar. Este sombrero suele usarse al final de un recorrido para dar paso a la acción final.
Vemos todo lo que puede salir mal y por qué no puede funcionar. Somos negativos. Nos permite hacer un intento objetivo de poner de cara los elementos negativos y hacernos preguntas negativas. Podemos confrontar más fácilmente pasado y futuro. Si eres capaz de ponerte este sombrero, serás capaz de ponerte el amarillo también
Nos permite más que ver, sentir. Somos emocionales e intuitivos. Con este sombrero podemos inspeccionar nuestros propios sentimientos y los de los demás. No es posible justificar con la lógica los sentimientos.
Vemos los elementos constructivos de la realidad y las oportunidades. Somos positivos. Nos permite hacer un intento objetivo de poner de cara los elementos positivos. Podemos analizar la realidad desde un aspecto lógico y práctico hasta un aspecto esperanzador de visiones y sueños. Con este sombrero somos más constructivos y podemos hacer que las cosas sucedan.
Vemos la realidad de forma creativa. Somos imaginativos, provocativos y estamos en continuo movimiento. Nos permite buscar todas las alternativas posibles e ir más allá de lo conocido y satisfactorio, apostamos por descubrir. Con este sombrero reemplazamos el juicio por la idea de explorar y descubrir provocaciones y nuevas alternativas
Vemos los hechos puros y reales. Somos neutrales y objetivos, no somos capaces de hacer interpretación propia ni subjetiva
¿Cuando Intervenir?
Una cultura organizacional originariamente funcional puede convertirse en disfun- cional para la estrategia competitiva. Una buena estrategia y una cultura funcional están expuestas al envejecimiento y a la pérdida de alineamiento cuando conservan formas de pensar y actuar que fueron positi- vas en el pasado, pero que podrían haber perdido su eficacia en el presente y en el futuro predecible.
Fortaleza
La fuerza de una cultura organizacional se manifiesta en el “grado de presión” que ejerce sobre los integrantes de la organización y la influencia sobre sus comporta- mientosL.
En el contexto organizacional, Koontz, Weihrich y Cannice (2008) definen la fortaleza empresarial como la capacidad para producir y para vender. Entendiendo que la capacidad para vender se refiere a los mercados externos. La capacidad para producir nos lleva a los componentes ineludibles para la producción y en la economía, estos son los factores de la producción. La cantidad y calidad de los factores de la producción son los elementos básicos para acercarnos a la capacidad para producir. Pero también las dificultades en producción son elementos concluyentes de la capacidad de producir. El trabajo, su cantidad y calidad, el capital físico y financiero, el componente empresarial, el saber hacer, el conocimiento y la innovación, de alguna forma, todos los otros y el entorno institucional son los factores que determinan la capacidad de producir
Funciones específicas de la cultura organizacional
Determina el sistema de control, establece el uso de normas y reglas de conducta, así como sistemas de supervisión y control para la regulación de la conducta de los individuos.
Fomenta la disciplina, la participación, la cooperación, la responsabilidad, la honestidad, el respeto mutuo y la consideración entre los miembros.
Resalta la importancia de las personas, considera a las personas como el elemento vital de la organización y que el despliegue de su talento, habilidad y destrezas tendrán importantes repercusiones en los resultados de la organización.
Cohesionan a los grupos de trabajo, apoyan para que las actividades de trabajo se organizan como grupos cohesionados y eficientes, motivan al personal, coordinan las acciones, facilitan la unión del grupo y el compromiso con las metas más relevantes.