av Andres Navarrete Crespo 11 måneder siden
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Los artefactos eléctricos que quedan en “stand by”, como los televisores, siguen teniendo un consumo del 10%. Si no se están utilizando lo mejor es apagarlos completamente o desconectarlos.
Escape de las restricciones del aula y dé clases al aire libre. Los edificios escolares más antiguos a veces son más calurosos en el interior que la temperatura exterior durante los días de calor. Evite que los niños se marchiten en la calidez creando un aula al aire libre atractiva con pizarrones para borrar en seco y tableros de papel.
Tu refrigerador, o nevera, es uno de los aparatos eléctricos que más energía consumen; entre 160 kWh y 205 kWh por mes; eso es casi el 30% de tu consumo total de electricidad. Y la cuestión es que obviamente no podemos desconectarlo. Sin embargo, hay sencillas maneras en la que podemos maximizar su capacidad de enfriamiento mientras reducimos su consumo eléctrico.
Lo sabemos. Al hornear ese platillo estrella de nuestra comida o cena, queremos estar 100% seguros de que todo marcha bien. Y entonces sucede: abrimos la puerta del horno y nos cercioramos. El problema aquí es que cada vez que miras, la temperatura puede bajar casi 4°C, lo que hace que tu horno use más energía para volver a subir la temperatura.
La energía solar se ha vuelto cada vez más común en hogares, negocios y empresas. Los precios de los paneles solares caseros han disminuido notablemente, a la vez que su vida útil y eficiencia siguen aumentando año tras año.
Como seguramente lo imaginas, la plancha es también uno de los electrodomésticos que mayor electricidad consume. Se estima que este aparato es responsable del 5% de tu facturación eléctrica. Así que veamos cómo puedes ahorrar energía al planchar tu ropa.
Muchas veces las compañías registran altos consumos de energía y desconocen la causa. Esto puede estar asociado a fugas o daños en la infraestructura eléctrica, por lo que es necesario hacerle un mantenimiento y revisión frecuente tanto a las instalaciones como los equipos.
Otra forma de apostarle a la eficiencia energética es a través de fuentes renovables como la del sol. Instalar un sistema solar fotovoltaico te ayudará a generar tu propia electricidad, tener mayor estabilidad y dejar de emitir gases de efecto invernadero. Además, al ser un recurso inagotable, tendrás energía limpia por muchos años y tu compañía será autosuficiente.
Para evitar altos consumos de energía en temporadas de frío o calor, lo ideal es contar con sistemas de climatización en buen estado y procurar elegir equipos con tecnologías eficientes. De igual modo, puedes utilizarlos solamente durante el horario laboral.
Otra opción de ahorro de energía es mejorar el aislamiento térmico de las instalaciones y tuberías, con el objetivo de evitar pérdidas de temperatura. De esta manera, no tendrás que hacer uso constante de equipos de climatización.
El uso eficiente de la electricidad es una tarea que nos corresponde a todos, por ello, tus colaboradores tienen un papel fundamental. Realiza jornadas pedagógicas donde les enseñes a utilizar este recurso de manera adecuada. Por ejemplo, evitar dejar cargadores conectados, programar los equipos en modo ahorro de energía y para que se apaguen automáticamente al terminar el horario laboral.
Esta recomendación abarca desde los equipos hasta la iluminación que utilizas en las instalaciones de tu negocio. En el caso de las maquinarias, procura usarlas con etiqueta de eficiencia energética clase A, es decir, las más ahorradoras en cuanto a consumo.
Respecto a la iluminación, incorpora luces tipo LED que cuenten con sensores de movimiento y luz natural para regular su uso.