Psicología Médica
RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE Y
SISTEMAS DE ATENCIÓN MÉDICA
Pasó a la historia el médico recorriendo el barrio con su maletín, atendiendo pacientes en sus domicilios.
Esta relación directa médico-paciente no requería de un interrogatorio exhaustivo respecto de la vida y costumbres del enfermo: el médico estaba inmerso en la atmósfera psico-social de sus pacientes.
Actualmente podemos diferenciar varios tipos de
Sistemas de Atención:
Así mismo, el prestigio de antaño por tener un
lugar en el hospital, centro de aprendizaje e
investigación, ha quedado hoy relegado por la
pertenencia a los centros médicos de carácter
privado, con infraestructuras que incluyen el
acceso a centros de salud internacionales.
El Hospital Público, que otrora fuera lugar de
atención de los estratos sociales más bajos, es
hoy lugar de consulta también de parte de la
clase media.
Mutualismo: surge de un grupo de personas
vinculadas por algún tipo de afinidad. Toma la
iniciativa la demanda y es quien determina las
reglas del juego.
Seguros Privados: de tipo comercial a cargo de
las empresas.
Cooperativa: en el que la oferta toma la iniciativa
y los profesionales se agrupan logrando una
demanda estable de trabajo.
CAMPO DE LA PSICOLOGÍA
MÉDICA
La progresiva incorporación del psicólogo en los
equipos multidisciplinarios de salud, promovió y
detectó la necesidad de dos miradas simultáneas: la del conocimiento psicológico y la del quehacer
médico.
Es así entonces que la intervención del psicólogo
medico, orienta su mirada a la asistencia de tres
aspectos fundamentales:
La incidencia de los factores psicosociales
en el proceso de salud-enfermedad
(potenciando aquellos vínculos y estructuras
sociales que funcionen como elementos de
apoyo, estableciendo una red de sostén para
el paciente y su familia).
Las características de la relación médicopaciente (favoreciendo la comunicación equipo-familia-paciente y el manejo de la información entre ellos, como elemento fundamental para el logro de una adecuada adherencia al tratamiento indicado y del bienestar psíquico del paciente)
La repercusión psíquica de la enfermedad
somática (identificación de las reacciones
normales y/o patológicas sobre las cuales
intervenir psicológicamente)
La estrategia de abordaje se caracteriza entonces por ser:
Pluripersonal: potenciando los diferentes
roles de cada una de las personas que
intervienen en la situación, en un marco de
convergencia de esfuerzos.
Multifocal: actuando sobre los diferentes
aspectos involucrados en la situación de
consulta, que la hacen única e irrepetible.
LA FAMILIA:
OTRO FACTOR EN LA RELACIÓN
El médico se relaciona con el paciente y su familia, aún en las situaciones más aisladas, en tanto “ha heredado” de la familia de origen las creencias y actitudes frente a la salud y la enfermedad.
Por otro lado, el grupo familiar tiene como función constituirse en sostén del miembro en crisis, para ayudarlo en el proceso de tratamiento y recuperación de un nuevo equilibrio.
Una alianza con la familia ayudará a la adhesión que
el paciente desarrolle al tratamiento, si logramos que
ésta aliente al paciente y lo acompañe en las
instancias de dolor.
Todo médico que trata a un enfermo está tratando con una familia, en tanto la enfermedad de uno de los miembros, trae aparejado una crisis familiar.
APORTES DE LA PSICOLOGÍA
MÉDICA A LA RELACIÓN
MÉDICO-PACIENTE
Este proceso de especialización modificó el ejercicio
profesional en dos aspectos: maximizó las
posibiliddes de abordaje de la enfermedad desde un
punto de vista técnico, pero minimizó las
posibilidades del establecimiento de un vínculo en el
que médico y paciente, más allá de sus roles, puedan
percibirse como “personas”.
Estas posturas condicionan, de alguna manera, el
establecimiento del vínculo médico-paciente. Cuando el médico trata al paciente con una mirada situacional, en la que se incluyen los distintos aspectos aquí tratados, es posible que el “enfermo”, pueda hacerse cargo de su padecimiento, pasando de la actitud pasiva que “espera la cura”, a una actitud “activa”, a través de la cual se transforma, en agente esencial de la misma.
Las palabras del médico son un documento para el paciente, por ello, el médico debe considerar
constantemente:
⇒ si sus palabras son útiles para el enfermo.
⇒ si son absolutamente ciertas.
⇒ y si es necesario pronunciarlas
Es aquella que nos permite
una comprensión de la evolución del intrincado vínculo de ambos términos (salud y enfermedad), en la práctica médica, con lo que ello implica para todos los que se erigen en protagonistas, ya sea como paciente, como familiar, como profesional de la salud.
El estudio de la relación médico-paciente, es un aporte relativamente reciente del campo de la psicología al pensamiento médico actual.
Tal como lo señalan Bernardi y Viñar, se pueden señalar tres grandes etapas en la relación entre la Psicología y la Medicina Clínica:
1. La primera caracterizada por el lento
reconocimiento médico de los desórdenes en el campo de la conducta (“las enfermedades funcionales de los nervios”); hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX.
3. A partir de la década del 50 el énfasis se
desplaza hacia la relación médico-paciente, a los mutuos significados y determinaciones entre la enfermedad, el enfermo y el equipo médico.
2. A partir de la segunda década se inicia la
búsqueda de un origen psíquico en ciertos
trastornos orgánicos, tales como el asma, la colitis ulcerosa, etc. Cobrando auge la
denominación de “enfermedad psicosomática”, cuya conceptualización continúa hoy oscura.