El principio de la ventaja comparativa es el pilar de la teoría de comercio internacional prevaleciente. La ventaja comparativa constituye la base de la tesis de que el libre comercio es lo mejor y que los beneficios del comercio solo pueden alcanzarse en un régimen de laissez-faire. Sin embargo, los supuestos subyacentes (los axiomas de dinero neutro, sustitución bruta y ergodicidad) hacen que todo el argumento sea presa de la falacia ignoratio elenchi. La causalidad acumulativa se distancia de la noción de equilibrio y convergencia: las diferencias de productividad y crecimiento pueden persistir y aumentar con el tiempo.
En este enfoque el ímpetu para crecer y la interrelación de crecimiento y productividad son generados internamente. La fórmula basada en la brecha tecnológica aborda el tema de la interdependencia de los países y es un mecanismo para analizar los efectos de derrame del comercio. El tercer enfoque complementa a los otros dos, pues brinda el contexto monetario dentro del cual ellos operan.
Conclusión
Polanco, H. R. (2012). El modelo ricardiano de ventaja comparativa y el comercio contemporáneo: el caso del sector de" equipos de transporte" en la industria manufacturera. Ciencia y sociedad, 37(4), 529-555.
Cuevas, H. El poder y el mercado en la economía internacional.
Maya, G. (2015). Alexander Hamilton: proteccionista. Recuperado de: https://historico.elmundo.com/portal/opinion/columnistas/alexander_hamilton_proteccionista.php#.XkDjdjEzZnI
Caldentey, E. (2007). La ventaja comparativa como falacia y una regla para la convergencia. Recuperado de: https://www.researchgate.net/publication/28213020_La_ventaja_comparativa_como_falacia_y_una_regla_para_la_convergencia
Fernandez, F. (s.f.) El mercado de divisas: sistemas de tipos de cambio. Recuperado de: https://www.bbva.com/es/mercado-divisas-sistemas-tipos-cambio/
Bibliografía
Ventaja absoluta y comparativa
Las ventajas comparativas y sus falacias
El principio de la ventaja comparativa y sus supuestos beneficios se basa en tres axiomas tácitos: el de dinero neutro, el de sustitución bruta y el ergódico.
Pasando al meollo de la teoría de comercio interna-cional imperante, los axiomas de dinero neutro, sustitución bruta y ergodicidad garantizan el funcionamiento y validez del principio de la ventaja comparativa
El tipo de cambio indisociable
La elección de régimen cambiario es un elemento central dentro de las decisiones de política económica que adopta el gobierno de un país.
El sistema cambiario tiene importantes repercusiones sobre la flexibilidad del tipo de cambio y efectos sobre otros instrumentos de la política económica.
La explotación internacional en la teoría de David Ricardo
Este modelo sugiere que el intercambio comercial es determinado por la productividad laboral relativa y el costo laboral unitario relativo.
La idea central de este ensayo es la de someterlo a prueba con datos actuales y analizar hasta qué punto puede explicar con significancia estadística las exportaciones y el comercio bilateral de un caso latinoamericano en un sector específico de la industria de manufactura en tiempos modernos. Los resultados de la estimación con los mínimos cuadrados ordinarios favorecen el modelo para la mayoría de los casos considerados.
El librecambio y la crítica por Hamilton
En su Reporte (1791), Hamilton escribía que: “Es muy frecuente encontrar la opinión de que la promoción de la manufactura es del interés de una parte del país (Norte) y contrario a la otra parte (Sur), y que hay una oposición entre los intereses manufactureros y los intereses agrarios. (...). Sin embargo, estos dos intereses se asisten y son amigables entre sí, hasta convertirse en uno sólo.
Es posible que la promoción de una manufactura en especial perjudique los intereses de los propietarios de la tierra, pero en el agregado los intereses, tanto los de las manufacturas como los de la agricultura, están íntimamente interconectados. Precisamente, la superior estabilidad de la demanda del mercado doméstico para los excedentes agrícolas es un argumento convincente de ésta verdad”.
Adam Smith ante el colonialismo
Adam Smith, señaló que el estilo de los países colonizadores europeos era un determinante esencial de su política colonial; en las colonias británicas habría una influencia del espíritu liberal más marcada que en las portuguesas o españolas, lo que se traduciría en sistemas legales favorables al desarrollo temprano del capitalismo y quizá al desarrollo económico y social en el largo.
Nada puede garantizar el beneficio general como lo hace la distribución más productiva del capital; es decir, como lo logra la libertad universal de comercio (...).
(No obstante) el comercio colonial puede ser regulado para, al mismo tiempo, ser menos beneficioso para la colonia y más ventajoso para la metrópolis, en comparación con un mercado libre”.