Las estrategias de expresión oral incluyen diversas técnicas para conducir una conversación, como iniciar o proponer un tema, desarrollarlo y saber cerrarlo adecuadamente. Además, es crucial saber intervenir y reconocer los turnos de palabra utilizando gestos y frases apropiadas.
Negociar el significado: comprobar la comprensión de los interlocutores, adaptar el texto en función de la información recibida (input), usar ejemplos y perífrasis o circunloquios.
Corregir la producción: articular con claridad los sonidos, aplicar las reglas gramaticales de la lengua.
Compensar la producción: autocorregirse, precisar el significado, repetir y resumir las ideas, reformular lo que se ha dicho.
Facilitar la producción: simplificar la estructura de la frase, eludir las palabras irrelevantes, usar expresiones y fórmulas de las rutinas, usar muletillas, pausas y repeticiones.
Conducción del discurso
escoger el momento adecuado, utilizar eficazmente el turno de palabra, reconocer una petición de palabra, ceder el turno.
Conducir la interacción: manifestar que se quiere intervenir (con gestos, sonidos, frases)
relacionar un tema nuevo con uno viejo, saber abrir y cerrar un discurso oral.
conducir la conversación hacia un tema nuevo, desviar o eludir un tema de conversación,
Conducir el tema: buscar temas adecuados, iniciar o proponer un tema, desarrollarlo, dar por terminada una conversación,
Planificación
Preparar la interacción: tono, estilo, etcétera.
Elegir el tema adecuado
Buscar y preparar el contenido
Organizar y estructurar las ideas
Esquematizar las ideas (notas o apuntes)
Contextualizar
Simular situaciones reales de comunicación.
Describir imágenes, música.
Narrar y poetizar textos de tradición popular.
Contar anécdotas o sucesos reales.
Realizar discusiones.
Preparar una entrevista con un guion de preguntas.
Buscar temas para mantener conversaciones con diferentes personas.
Buscar y preparar el contenido.
Buscar adjetivos para describir.
¿A quién hablo? ¿Para qué hablo? ¿Qué mostraré de mí?
