La creciente dependencia de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) está generando una serie de problemas tanto físicos como psicológicos en la población. Entre los efectos adversos más destacados se encuentran la adicción a los videojuegos, la textofrenia y los cibercelos, que pueden llevar a conductas obsesivas y a una visión distorsionada de la realidad.